Los 33 mineros que sufrieron como pocos tras estar enterrados vivos durante 69 días en la mina San José, vuelven a aparecer en la escena nacional. Esta vez porque el derrumbe del yacimiento, que casi les costó la vida, simplemente no tiene responsables según la Justicia chilena.
Después de tres años de investigación, la Fiscalía de Atacama resolvió cerrar el caso porque no pudo encontrar los antecedentes suficientes que inculparan a los dueños del yacimiento, Marcelo Kemeny, Alejando Bohn y autoridades del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) de la época.
El fiscal regional de Atacama, Héctor Mella, aclaró a La Tercera que "se adoptó la decisión de no perseverar, porque no había convicción para formular una acusación respecto de los hechos que se habían investigado".
Laurence Golborne: "El que la hace la paga"
El candidato a Senador por Santiago Oriente y ministro de minería de la época, Laurence Golborne, dijo que estaba anonadado con la noticia y que claramente acá debía haber un responsable porque "el que la hace la paga".
En una entrevista con La Hora del Taco, de radio Universo, el ex candidato a la presidencia señaló que no entendía el argumento de que no hubiera suficientes antecedentes, pues está más clarito que si la chimenea hubiera estado con escalinata, los mineros no habrían estado atrapados más de dos meses.
"...es sólo eso, un accidente"
Catherine Latrop, abogada de los dueños de la minera San Esteban, señaló que sus representados están conformes con la resolución y que ésta demuestra que Kemeny y Bohn no habían cometido ningún delito.
"Siempre hemos sostenido que si bien los 33 fue un lamentable accidente, es sólo eso, un accidente", explicó.
