Ignacio Escobar (25) es diseñador y le encanta trabajar desde su casa. ¿La razón? Se define como un nativo digital acostumbrado a relacionarse de manera virtual. "El confinamiento no ha sido terrible para mí. Extraño ver a algunos amigos y familiares porque vivo solo, pero estar encerrado no me vuelve loco", confiesa.

El problema para Nacho llega cuando debe salir de su hogar a comprar o realizar trámites, aunque sean cortitos. "Me siento inseguro en la calle. Pienso que me puedo contagiar al acercarme a alguien o tocar un objeto, y trato de volver rápidamente. Prefiero estar entre cuatro paredes. Y eso que no me considero antisocial", precisa.

Regreso

Aunque aún no sabemos cuándo comenzará la desescalada para volver a la "nueva normalidad", algunos chilenos ya están sintiendo miedo a salir a la calle. Un temor objetivo y real que se conoce como el "Síndrome de la cabaña".

De hecho, en países como España e Italia, donde están saliendo con algunos resguardos tras un largo confinamiento, el síndrome (que también se usa en casos de duelos y claustrofobias) ya es recurrente y se presenta bastante en adultos mayores y personas que viven solas.

Luis Pino, psicólogo social y docente de la Universidad de la Américas, aclara que no se trata de una patología, sino que de un conjunto de síntomas, generalmente leves y breves, que da cuenta del proceso que estamos viviendo.

"Estos síntomas ocurren cuando las personas comienzan a retomar tareas nuevas luego de haber estado en aislamiento. Muchas veces experimentan ansiedad, miedo y tendencia a la evitación", explica el profesional.

Pino sostiene que, a diferencia de los temores irracionales que se presentan en trastornos como el TOC o la agorafobia, en el "Síndrome de la cabaña" éstos son reales y objetivos.

"Hay un miedo a acercarse a posibles contagiados, a tocar a objetos, a quedarnos sin movilización en toque de queda", afirma, agregando que "es muy probable que nos ocurra, en distinta medida, a todos cuando salgamos del confinamiento".

El psicólogo de la Clínica Indisa, Mauricio Carroza, añade que hay que tener ojo, porque todo se puede patologizar. " Y no es tan así, porque hay cosas normales que no ocurren cuando vivimos encerrados. Está el miedo dando vueltas por todos lados. Y no todos lo que están con miedo en su casa tienen el síndrome de la cabaña. El miedo es normal. Hay que normalizar las emociones".

"Si ya pasó un tiempo de haber salido del confinamiento y alguien tiene un miedo que no le permite movilizarse, sería algo preocupante y debería pedir ayuda profesional", advierte.

Piano piano

Para evitar el "Síndrome de la cabaña" cuando termine el confinamiento, los profesionales de la salud mental recomiendan armar rutinas saludables desde ahora en la casa y exponerse de a poco cuando las autoridades sanitarias lo permitan.

"La sugerencia es tener conciencia de que pueden pasar cosas y eso es normal. Luego, no ir de sopetón a tu trabajo cuando termine el confinamiento. Hay que prepararse los días previos para desensibilizarse. Es decir, salir a comprar, ir a la esquina, a caminar, andar en bicicleta, sacar la basura... Ir de a poco."