Experta explicó por qué en Chile resistimos tan bien los fuertes remezones.
El temblor que se vivió ayer, y que alcanzó los 6,6 grados Richter en Pichilemu, es considerado un movimiento de mediana intensidad. Estamos hablando de un remezón importante que sólo dejo 3 postes caídos en Viña del Mar, pero que no causó daños importantes.
¿La razón? La Directora de la Escuela de Ciencias de la Tierra de la Universidad Bernardo O'Higgins, Fabiola Barrenechea, explicó que la infraestructura chilena, a partir del 27F del 2010, está preparada para resistir hasta un terremoto de 9 grados.
"La norma antisísmica chilena es un referente mundial, eso quiere decir que los edificios no se van a caer. Mientras estos cumplan con la norma no deberían registrarse daños estructurales", detalló la especialista.
Pero ojo, que aunque la infraestructura sea anti terremotos, lo que se busca es que las personas tengan tiempo suficiente para evacuar. "Lo que establece la norma es que el edificio debe resistir el tiempo suficiente para que una vez finalizado el sismo puedan salir de ahí. Si me hablas de tiempo, tiene que ser por lo menos de unos 10 minutos", agregó.
En cuanto al movimiento que se registró a 47 kilómetros de Pichilemu, Barrenechea detalló que "no me atrevería a decir que hubo una liberación de energía importante, porque no es un terremoto o un sismo superior a magnitud ocho. Yo creo que este se produce por el acomodo que está teniendo la placa en la zona de fractura de lo que ocurrió en el 2010, la que llegó hasta Pichilemu".
Finalmente señaló que "hubo un movimiento en las placas, por lo que van a seguir habiendo réplicas, y es normal que así pase".