El mandatario escuchó atentamente a los familiares presentes y se comprometió a ponerse en contacto con ellos para ver cada tema.
Este jueves, en el marco de la Cuenta Pública de la Policía de Investigaciones (PDI), tuvo lugar una manifestación protagonizada por las familias de exfuncionarios de la institución que fallecieron en medio de procedimientos. Las familias se reunieron para pedir soluciones y, principalmente, justicia. Y para ello, conversaron con el Presidente de la República, Gabriel Boric, que se acercó a donde se encontraban antes de ingresar a la escuela de la PDI.
Allí, entre los manifestantes, se encontraban algunos de los familiares de Valeria Vivanco, subinspectora que murió en junio del año pasada tras ser impactada por una bala durante un operativo realizado en la comuna de La Granja.
“Solamente quiero justicia, Presidente. Quiero que sea justo, nada más, no le pido nada más”, le dijo entonces Miguel Vivanco, padre de Valeria, a Boric.
“Tengo dos hijos en la institución, soy familia policial y yo tengo que estar luchando por la justicia de mi hija. Yo solamente quiero la verdad, que la gente que hizo mal las cosas dé la cara, salgan de la institución. Usted quiere limpiar las instituciones, límpiela desde ese punto de vista (...); hay gente en el Alto Mando que no quiere hacer bien las cosas”, insistió enseguida, muy compungido.
“Gabriel, 25 familias abandonadas por esta institución. Mártires, personas suicidadas, mujeres violadas por funcionarios de la institución”, lo secundó el hermano de la subinspectora asesinada, Miguel.
El mandatario escuchó pacientemente y reaccionó: “Lo vamos a revisar y me voy a poner en contacto con ustedes”.
“Confiamos”, le respondió el padre de Valeria.
Luego, en conversación con Meganoticias, Miguel Vivanco hijo explicó que “venimos a manifestarnos porque el director institucional ha sido incapaz de acercarse a la familia. Pasó un año de la muerte de mi hermana, y nadie se acercó”.
Y completó: “Nos tienen absolutamente abandonados, la institución nos tiene abandonados. El sumario administrativo de la propia institución es negligente, no sanciona a las personas que deberían estar sancionadas”.
El Presidente Boric también conversó con otras familias que estaban en el lugar. Por ejemplo, como fue en el caso de Adriana Reyes, quien lamentó que su hijo llevaba 23 años en la institución cuando lo mataron. “Necesito justicia. Soy madre y he sufrido mucho”, le dijo entre lágrimas. Entonces, el jefe de Estado le aseguró que tomarían sus datos para ponerse en contacto.