El abogado de la Fundación para la Confianza, Juan Pablo Hermosilla, aseguró que han recibido "numerosas aproximaciones de personas", quienes habrían sido menores de edad al momento de los supuestos hechos.
El pasado mayo salió a la luz una denuncia en contra del sacerdote jesuita Felipe Berríos por supuestos hechos de connotación sexual en contra de una mujer, quien habría sido menor de edad al momento de la situación denunciada. A raíz de esto la Compañía de Jesús comenzó una investigación su contra, posterior a esto fue el propio Berríos quien se autodenunció en la Fiscalía argumentando que la justicia ordinaria debería indagar en el caso.
Ha transcurrido más de un mes desde la primera denuncia, y ahora el abogado Juan Pablo Hermosilla quien pertenece a la Fundación para la Confianza y defiende a las víctimas del caso, asegura que han recibido otros testimonios de personas que también habrían sido menores de edad y acusan supuestas acciones indebidas en su contra.
De acuerdo a las declaraciones del abogado, estos nuevos testimonios serían “acciones muy inapropiadas, extraordinariamente inapropiadas y dañinas con jóvenes menores de edad, a conductas en que hay delitos”, expresó en conversación con Radio Cooperativa.
El abogado además especificó que han recibido más de 10 nuevos testimonios en contra de Berríos los cuales “han relatado situaciones que van desde abusos de conciencia y otro tipo de prácticas que pueden ser delitos canónicos, a cuestiones que son propias más de delitos penales y civiles”.
Dentro del marco de estos nuevos testimonios, Hermosilla aclaró que pudo haber sido el hecho de que la primera denuncia se hiciera pública lo que dio pie a que más personas se atrevieran a relatar su experiencia. Además detalló que el primer testimonio lo recibieron ochos meses antes de haber hecho pública la denuncia, “es una persona que es católica y no quiere hacerle daño a la Iglesia”, especificó.
Además aprovechó la instancia para referirse al propio Berríos, y cómo le impactó saber que las denuncias y testimonios apuntaban a él. “Es una persona muy atenta, muy adecuada, y de repente empezar a descubrir que esa es una parte de él, y que atrás hay una persona autoritaria, que no respeta los límites, que en vez de cuidar a personas menores de edad, adopta posiciones en que termina vulnerándolas, entonces a mi en lo personal me significó un impacto fuerte”, confesó.