La excandidata penquista aseguró que no fue ella quien se lanzó comprando calzones y otros cuestionados gastos.
A través de una querella que presentó contra su expareja, Camila Polizzi confesó su versión sobre las polémicas compras que se habrían realizado con dineros públicos y que dieron nombre al escándalo: el Caso Lencería.
Este miércoles se conoció en detalle la acción judicial que emprendió la excandidata penquista en contra de Sebastián Polanco, su expareja y su socio en el convenio de $250 millones con el Gobierno Regional del Biobío. Lo acusó de estafa, apropiación indebida y falsificación de instrumento público.
Además, en la querella Polizzi atribuyó a Polanco la serie de polémicos gastos en ropa, lencería y restaurantes que se descubrieron en la cartola bancaria de la OTEC Frumisal, la cual manejaban para el trato con el GORE.
Polizzi jura que ella no compró la lencería
La exmodelo aseguró que se enteró a través de los medios que Polanco era copropietario de la OTEC, junto a Matías Godoy, el socio que destapó todo a través de una autodenuncia. Al encararlo en una discusión -contó-, Sebastián le confesó que él manejaba el organismo técnico y -supuestamente- se preocupaba de que se cumplieran las pegas.
“Me dice entonces que él recibía una remuneración por todo este trabajo, ese pago fue acordado, según él, con Matías Godoy, en el uso de la tarjeta bancaria. Entonces Sebastián Polanco me dice que las compras publicadas por Matías son compras que él realizó”, explicó Polizzi en el libelo. Aseguró que ella “no tenía injerencia alguna” en esa tarjeta.
“Todas las compras que hoy aparecen en los medios de comunicación, de especies que yo hubiere adquirido en el comercio, no corresponden, ya que los representantes de dicha OTEC tenían exclusividad del movimiento y uso de la cuenta y tarjeta de debito. Se ha hecho caudal por las compras de ropa interior que tales representantes realizaron y se me imputan sin tener razón alguna”, juró la excandidata a diputada.
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