Aún no hay sospechoso ni arma homicida y la mujer teme que el caso quede sin resolver.
El horrible crimen que le costó la vida a cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho aún no tiene sospechosos, y la mamá de una de los jóvenes teme que el caso quede sin resolver.
Se trata de Kristi Goncalves, mamá de Kaylee Goncalves, quien junto a otros tres compañeros fue asesinada a puñaladas en la casa que arrendaban afuera del campus en Moscow, Estados Unidos.
La mujer conversó en el programa The Today Show este jueves y dijo que las autoridades los “privó de información”.
Han pasado casi cinco semanas del crimen y la policía no han encontrado el arma homicida, tampoco han desarrollado un perfil criminal del posible asesino, y no tienen sospechoso.
Cuando se le preguntó si cree que el caso podría quedar sin resolver, Kristi Goncalves dijo: “Con toda honestidad, esa es una posibilidad. Hay muchos asesinatos sin resolver. Son noches sin dormir. Es sentir náuseas”.
Goncalves contó además que como familia contrataron al abogado Shanon Gray para que sea el nexo con policía. “Tengo que tener confianza”, dijo.
El macabro crimen
Cabe recordar que los hechos ocurrieron el pasado 13 de noviembre. Los estudiantes Xana Kernodle y Ethan Chapin, ambos de 20 años, y Kaylee Goncalves y Madison Mogen, de 21 años; fueron asesinados entre las 3 am o las 4 am.
Kernodle y Chapin estuvieron juntos en una fiesta de hermandad en la casa de Sigma Chi de 8 pm a 9 pm y regresaron a la casa alrededor de la 1:45 am.
Mientras que Goncalves y Mogen habían pasado la noche en el bar The Corner Club en el centro de Moscow, comieron comida callejera y llegaron a la casa a las 1:56 am.
Y como dato extra, hay dos compañeras que también vivían en la casa y que salieron esa noche, llegaron alrededor de la 1 am y presuntamente no se despertaron durante el brutal homicidio.
Recién a las 11:58 am del domingo se reportó a un “individuo inconsciente” en el domicilio a las 911 desde el teléfono de una de las compañeras de casa.