Con dolor de cuello y sin entender qué pasaba, terminó personal diplomático de la Embajada de Sudáfrica, luego que un pariente del arácnido Spiderman se pusiera a escalar el edificio donde está ubicada la casa diplomática, en la comuna de Las Condes.
El hecho ocurrió pasado el mediodía en el edificio ubicado frente al 2827 de avenida Apoquindo, cuando el ruso Gogulán Pavel, de 25 años, llegó junto a un grupo de admiradores.
Armado solo con unos guantes, ropa ligera y mucha adrenalina, escaló la estructura de 20 pisos sin arnés ni soga de seguridad, causando la sorpresa de transeúntes y las personas que trabajan en el edificio.
"Personal policial recibió un llamado telefónico sobre un sujeto que estaba escalando el edificio Territorio El Bosque, por lo que se despachó una unidad a verificar el caso.
Ahí se encontraron con este joven de nacionalidad rusa", señaló el teniente coronel Gilberto Garay, de la prefectura Santiago Andes de Carabineros.
Detención de altura
Los uniformados, entre los que estaba personal del Gope y Dipolcar, en ningún momento se les pasó por la cabeza seguir sus pasos por la edificación, por lo que subieron a la rápida por el ascensor hasta la azotea, donde no les quedó otra que esperar a Pavel para que terminara su proeza, la que luego de 45 minutos llegó a su fin.
"Esta persona aprovechó las rejillas de metal que son parte de la estructura del edificio para subir, y cuando llegó a la azotea fue detenida por el delito de violación de morada.
La fiscalía lo liberó dejándolo apercibido hasta nuevo aviso. Este joven ingresó al país con visa de turista a fines de febrero, y estará hasta la próxima semana en el país según su visa", agregó el teniente coronel Garay a La Cuarta.
Según consta en sus redes sociales, Gogulán ha visitado más países que Don Francisco, como Estados Unidos, México, Inglaterra, España y ahora Latinoamérica.
Eso si, siempre con la misma intensión: escalar los edificios sin medidas de seguridad, en lo que para algunos es un deporte que escapa de toda lógica.
"Estamos muy sorprendidos con todo esto. El embajador Thabo Thage no se encontraba en ese momento, pero al parecer no pasó a mayores, los que estaban acá no podían creer lo que pasaba por el ventanal del edificio", contaron aún sorprendidos desde la Embajada Sudafricana.