Su difunto padre le sopló números benditos del Loto

El ganador de los 2 mil 886 millones 151.670 pesos del sorteo del 23 de junio del Loto se enteró de la noticia a las nueve de la mañana de un miércoles, gracias al diario pop que compra todos los días.

El hombre de 42 años, que llevaba siete trabajando como guardia en un condominio, permaneció atónito en su garita hasta que terminó su turno a las cuatro de la tarde y partió al supermercado donde compró el cartón para corroborar la maravilla.

“Le dije a mi señora que fuera para allá y nos abrazamos tanto que deben haber pensado que le había pedido matrimonio o algo así”, contó el suertudo que se adjudicó el cuarto pozo individual más grande en la historia del sorteo.

De vivir de un sueldo de 450 lucas, el guardia pasará a disfrutar de una fortuna que sólo en intereses bancarios le dará más de diez millones de pesos al mes.

Una semana después de enterarse del premio el señor Cuevas no pudo dormir y le vino una ansiedad que combatió a puros bistec.

"Uno de mis sueños es comprarme un auto cómodo para salir a pasear con mi familia y poder llevar a mis dos perritos que no he podido sacar a dar vueltas en micro. Un lugar que me gustaría conocer es Chiloé y sólo después de recorrer el país pienso viajar al extranjero", contó.

Rajuela nunca antes había comprado un Loto y jugó un par de veces al Kino para decirle chao a su jefe, pero una tincada lo motivó a probar suerte con seis números que repitió tres veces con tanta fe que le prometió a su mujer que ganaría el premio mayor y... ¡así nomás fue!

La única pena del guardia es que su padre no podrá disfrutar de los millones porque murió hace diez años.

Ayudita

El difunto incluso pudo tener algo que ver con el golpe de suerte de su hijo, porque hace unas semanas se le apreció en un sueño y le dijo: "Nunca te voy a dejar solo, yo caminaré a tu lado".

Su nueva situación económica lo motivó a renunciar a la pega donde a veces no lo pasó bien. “Me gustaba la tranquilidad del trabajo, pero a veces debíamos trabajar para Año Nuevo o Navidad”.

El suertudo, que no quiere revelar su identidad para evitar bolseros, ya hizo una lista de doce personas a quienes les hará un considerable cariño en la cuenta corriente. ¡Grande!

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