Como una historia de película, el dominicano Miguel Rodríguez ingresó al país por el paso fronterizo Monte Aymond con 44 ovoides de cocaína al interior de su cuerpo.
El sujeto ingresó a la ciudad de Punta Arenas y en las dos semanas que llevaba allí nunca pudo botar los ovoides. Con el paso de los días, la situación se volvió más compleja. Los dolores en la zona del estómago se volvieron cada vez peores. Hasta que uno de los ovoides reventó.
"El 19 de enero fui a realizar un trabajo de reparación a una mujer paraguaya que conocí. Estando en el centro de la ciudad sentí una puntada en el estómago. Me retiré a la casa donde me estaba quedando, tomando un colectivo. Me sentí muy mal y luego decidí salir, no podía comer. Al día siguiente, cerca de las 3 de la mañana, tomé un taxi y llegué al hospital", narró el mismo Rodríguez en la audiencia de formalización, según consigna El Pingüino.
Testigos del mismo hospital describieron que el sujeto habría llegado de madrugada pidiendo asistencia médica urgente. En el Hospital Clínico de Magallanes, se le sustrajo la cocaína que pesó 570 gramos.
LE OFRECIERON LUCAS QUE LE FALTABAN
Dentro del mismo testimonio, el imputado que hizo de mula por falta de recursos económicos. "Soy peluquero y tengo una familia compuesta por mi mujer y cuatro hijos en la ciudad de Buenos Aires. Un sujeto que conozco me ofreció 1.200 dólares para trasladar ovoides y que debía tragármelos para trasladarlos a un destino que no conocía. Por mi mala situación económica acepté su propuesta", confesó Rodríguez.
El fiscal del caso, Manuel Soto, dijo que el implicado está dispuesto a colaborar y que se le formalizó por tráfico de drogas. El plazo de cierre de investigación es de 90 días, pero la cocaína ya fue tasada en $ 10 millones.