Impacto en Punta Arenas: condenan a sujeto que vendaba a su hija para violarla

Ministerio Público solicitó una pena de 12 años de presidio en contra del hombre.

Tras ser acusado de delito de violación impropia reiterada contra su propia hija desde que tenía cuatro años, un sujeto identificado con las iniciales R.A.G., la justicia entregó un veredicto condenatorio en su contra.

Durante la formalización, el fiscal Fernando Dobson detalló que los hechos delictivos se habrían desarrollado entre los años 2010 y 2012, cuando la víctima visitaba a su padre biológico, quien residía en Punta Arenas.

Según información entregada por la Fiscalía y la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales de la PDI, las agresiones de carácter sexual se produjeron en distintos domicilios y en al menos cuatro oportunidades. En una de las ocasiones, el padre obligó a la menor a vendarse los ojos antes de atacarla.

"Para arribar a la decisión, el tribunal ha tenido en consideración el mérito de la prueba testimonial, documental y pericial incorporada por el Ministerio Público y a la que adhirió la parte querellante y acusadora particular, elementos de convicción que han sido de una entidad suficiente para tener por acreditada la existencia del ilícito en carácter de reiterado aludido precedentemente, como asimismo la participación culpable y penada por la ley por parte del acusado", indicó el fallo, de acuerdo a El Pingüino.

Claudia Guerrero, abogada del programa de Representación Jurídica y representante de la víctima, señaló que "el tribunal arribó a un veredicto condenatorio, encontrando culpable al imputado de los hechos que se le acusaron por parte del Ministerio Público y de esta parte querellante. Esta condena es por violación impropia y reiterado, ante lo cual la expectativa de pena se acerca a lo que pide la Fiscalía y la parte querellante. El testimonio de la niña fue corroborado por prueba científica con examen sexológico por peritos expertos".

Otros ataques de imputado

Otra agravante -reveló la parte querellante- fue que, cuando acusado se encontraba viviendo en Quilpué, fue denunciado por un hecho similar.

"Durante el juicio se entregaron antecedentes ajenos y que la víctima no tendría por qué conocer una denuncia en otra ciudad, donde se denunció al condenado por delito de similar característica utilizando la misma forma de cometer la agresión sexual. Fue la PDI que encontró estos antecedentes mientras intentaban ubicar al imputado, esto fue lo que se expuso en el juicio, que el acusado también habría vendado los ojos de su otra víctima en la otra ciudad para cometer una agresión sexual", añadió Claudia Guerrero.

A raíz de los antecedentes, el Ministerio Público solicitó una pena de 12 años de presidio en contra del hombre.

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