La división de sicólogos del Instituto de Criminología de la PDI detectó alrededor de 250 personas con problemas post traumáticos de las 900 atendidas en las villas Canadá, Exequiel González Cortés y Olímpica de Ñuñoa.
"Los principales problemas que detectaron los profesionales de nuestra institución fueron la presencia de estrés post traumático, insomnio, ansiedad y estados depresivos provocados por lo vivido tras el terremoto", contó el subprefecto de la PDI, Arturo Medina.
Tras recorrer recién, en su segundo día, tres de las villas afectadas, el panorama dice que los índices de depre en nuestra larga y achacosa franja irán de mal en peor por culpa del guaracazo natural.
María Inés Miskin, dueña de casa, cuenta que su hermana cayó en shock tras el megasismo. "Mi hermana no es capaz de dormir, tirita cada vez que hay una réplica y vive preocupada de su hijo que cuida el departamento desde la carpa ubicada en la plaza", de la Villa Olímpica.
Los casos fueron derivados al Departamento de Acción Comunitaria de la comuna, donde actuarán según lo que necesiten los traumados vecinos.