Los enfermos que son incapaces de moverse por sí mismos generan una complicación a quienes los cuidan, ya que acaban con lesiones lumbares y en los brazos por la fuerza usada al moverlos. Un arquitecto chileno inventó un efectivo sistema que saca aplausos.
El 4 de julio del 2012, el padre de Felipe Fuentealba (32), don Jorge, fue atropellado por un taxi al cruzar una esquina, en Viña del Mar. Debido a esta tragedia, el hombre de 61 años quedó postrado, y su madre tuvo que hacerse cargo de él.
El cariño y dedicación de ella sólo se vio truncado por un motivo: el dolor que provocó por años en su espalda y brazos el mover a diario a su marido en la cama, al punto de, muchas veces, terminar con lesiones cervicales y lumbares, por la fuerza realizada en la tarea.
Ante esta situación, el muchacho inventó "Relevium Care", una especie de grúa de arrastre que facilita la tarea del cuidador y mejora el pasar del paciente. Si bien al principio, como todo invento, trajo momentos más amargos que dulces, con el tiempo se afinaron los detalles que impedían su marcha correcta.
"Se rajaron muchas sábanas tratando de arrastrar a mi padre en la cama, pero luego de cinco meses de pruebas dimos con la distribución perfecta de las fuerzas para el éxito del proyecto. Ahora se ha portado increíble y funciona como un tanque", cuenta orgulloso el arquitecto.
Cambio de vida
Pensando en el derecho humano que tienen las cuidadoras de pacientes postrados de tener las mejores condiciones para ejecutar su labor sin inconvenientes, Felipe cuenta que "Relevium Care" le ha cambiado 100% la calidad de vida a su madre.
"Ahora puede descansar y preparar con calma los medicamentos que debe ingerir mi padre. Aunque la dedicación es la misma, todo lo realiza sin el dolor de antes", relata el mentor de la grúa de arrastre, que puede mover hasta 400 kilos.
Multiuso. Según detalla Fuentealba, las personas que hasta el momento la han operado han utilizado la máquina para realizar otros movimientos que ni él al principio había calculado.
"Ahora, junto a ellas, estamos diseñando un manual de procedimientos, como por ejemplo girar la cama de tal manera de mover el cuerpo en forma lateral, para acomodar al paciente y evitar que sufra con las dolorosas escaras, además de posicionar a la persona hacia arriba, para que respire bien y tome sus medicamentos", detalla el "giro sin tornillo".
Sueño
Para continuar masificando su proyecto, actualmente Felipe trabaja con la psicóloga clínica Pamela Díaz y la asesoría de la kinesióloga Cecilia Moyano, con vasta trayectoria en el área de rehabilitación y discapacidad de Teletón.
"Nuestro anhelo es llegar a hospitales y clínicas, porque para mover a un paciente en esa condición deben hacerlo de a dos personas, y obviamente no hay el personal suficiente para realizar esto. Mínimo el acomodo de un paciente es de cinco veces al día, pero por esta falta de personal lo realizan menos veces, y eso no corresponde", narra ilusionado el inventor.