Súper impresora 3D se hace cuatro palacetes al día

Como sacada de una película de ciencia ficción, los giro sin tornillo de la "contru" no dejan de sorprender, ya que la tecnología de las impresiones 3D llegó al país para quedarse y no sólo para crear pequeñas cosas, sino que para levantar una casa.

Se trata de una impresora gigante, que se conecta a un compu para darle vida a peludos diseños de vivienda. Y lo mejor de todo es que se abaratan los costos, se usan menos manos, se le saca el jugo a los materiales y es amigable con la pachamama.

"Esta es una gran oportunidad para generar más valor con los mismos recursos. Tiene gran importancia porque afecta la calidad de vida de millones de chilenos que se ven influidos por el desempeño del sector de la construcción", largó el vicepresidente de Corfo, Eduardo Bitrán.

La impresora arma las viviendas por bloques, para luego llegar e instalarlas donde el cliente lo desee.

MÁS Y MEJORES CASAS

La cosa está funcionando hace rato en países desarrollados, pero es la primera de estas máquinas que llega a Latinoamérica, dejando con la jeta abierta a los titanes de la construcción, ya que una sola de estas impresoras se manda cuatro casas al pecho en una jornada de trabajo.

"Los estándares de construcción sustentable buscan contribuir a la construcción de soluciones habitacionales y ciudades inclusivas, favoreciendo al desarrollo productivo local, protegiendo los recursos naturales y mitigando los riesgos ambientales y sociales asociados al crecimiento urbano", explicó Paulina Saball, jefa del Minvu.

De esta manera se podría ahorrar hasta un 20% en cada palacete, lo que podría invertirse en más y mejores viviendas del tipo sociales, tal como ocurre actualmente en barrios populares de Inglaterra. Se espera que para el 2018 ya estén trabajando a full en el Chilito.

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