Sismo de 6,1º sorprendió a manifestantes en toda la zona central, que en la tarde de ayer se reunieron en Plaza Italia. En tanto, dos carabineras sufrieron quemaduras en el rostro en Plaza Baquedano.
Justo cuando el fervor popular comenzaba a tomar vuelito en Plaza Italia y el guanaco de Fuerzas Especiales no le daba tregua a los manifestantes, en una nueva jornada de movilizaciones sociales en la Región Metropolitana, un temblor 6,1 en la escala Richter paralizó a buena parte de la zona centro norte del país, a las 18:53 horas.
De acuerdo al informe de Sismología, el epicentro del movimiento fue a 8 kilómetros al noroeste de Illapel y se pudo sentir con fuerza entre las regiones de Coquimbo y O'Higgins.
A pesar del fuerte sismo, que no dejó personas heridas ni daños materiales de relevancia, miles de personas se dejaron caer durante la tarde de ayer en Alameda para manifestarse por las desigualdades sociales, en protestas que se desarrollaron durante todo el día y que terminaron con graves desmanes en Santiago y Viña del Mar.
Minutos posteriores al sismo, en Plaza Baquedano se registró el hecho más despreciable de la jornada: una bomba molotov alcanzó a dos carabineras de Fuerzas Especiales, quienes terminaron con quemaduras faciales graves y debieron ser internadas en la UTI del hospital institucional. Afortunadamente, el general director de la institución, Mario Rozas, dijo que "tienen un buen pronóstico" al visitarlas.
Además, una turba ingresó al Centro de Extensión de la Universidad Católica y sacó parte del mobiliario. Y en una de sus puertas de acceso dejaron el mensaje: "por la razón o nuestra fuerza".
Mientras que en Viña del Mar también se vivieron graves incidentes en el Mall Marina Arauco, luego que un grupo de encapuchados intentara saquear las tiendas.
La alcaldesa de esa comuna, Virginia Reginato, condenó el hecho y dijo que "es legítimo que las personas expresen sus ideas y que esto se haga de forma pacífica, pero es inaceptable la delincuencia encubierta de tantos encapuchados, quienes hoy están destruyendo nuestras ciudades y la nación".
A la calle
El movimiento social comenzó temprano y con el regreso de los estudiantes a clases.
Metro se vio obligado a ampliar su horario de funcionamiento. Por su parte, el Ministerio de Transportes sacó todos los buses disponibles al servicio de los usuarios.
Las manifestaciones no se detuvieron durante el día y sumaron a nuevos gremios. Uno de los que metió más ruido fueron los taxistas, quienes montado en sus clásicos autos de techo amarillo se hicieron sentir por la Alameda. ¿Su queja? La irrupción en Chile de las aplicaciones de transportes que, según alegan, le quitaron buena parte de la pega.
"El proyecto de Uber ya está en el Congreso, está en segundo trámite con 118 indicaciones, pero con las movilizaciones obviamente se va a estancar, partiendo porque la ministra Hutt le quitó la suma urgencia", comentó Claudio Morales, vocero de los taxistas, quienes entregaron una lista de demandas en las puertas de La Moneda.
"Esta manifestación es una demostración más clara de que el movimiento siente que el Gobierno no ha dado respuesta y que el cambio de ministro e intendente no ha generado ningún cambio", comentó Daniel Jadue, alcalde de Recoleta, presente en la movilización.