Swingers califas hicieron tira un motel en Iquique

Dos cabros de 25 y 28 años llegaron ayer a hacerse tira a un motel en Iquique, pero terminaron haciendo tira el nidito de amor.

Se imaginarán que rompieron la cama o algún mueble de la habitación, pero nones. La parejita entró al lugar a eso de las 10:00 con el caldero prendido en el cuerpo. Ahí, tras revisar las instalaciones y conversar un rato, les pidieron pagar.

El atado es que en el cinco letras "Geisha" aceptaban puro "cash", por lo que el cabro -en una actitud machista- fue en toco a buscar un cajero y buscar plata para pagar todo, en vez de irse 50-50 con la eva, como manda la igualdad de género.

Al regreso, el flaco venía con los morlacos y otra parejita en el maletero. La idea era hacer una mezcla entre perro muerto y un "2 pa' 2". Una vez dentro -del telmo- los tres se bajaron del vehículo y comenzó la fiesta swinger, donde pidieron copete y estuvieron dándole durante cinco horas, como un reportero pop cualquiera.

Inspirados, en la volada del sólo se vive una vez, pidieron la extensión del "momento" y otra botella. Ahí se acabaría la fiesta.

Se acabó el web

A la hora de llevar el segundo espumante, trabajadores del motel descubrieron la treta y les pidieron pagar el doble de la tarifa inicial, como corresponde cuando hay dos parejas en una habitación, según me han contado.

Ante eso los cuatro califas copeteados ardieron en rabia, fueron a la recepción y comenzaron a pegarle combos y patadas a todo lo que pillaron. Hasta piedrazos a los ventanales tiraron, motivados por la frustración del coitus interruptus.

Como habrá sido la cosa que los trabajadores llamaron a Carabineros, quienes llegaron de una a ponerles las esposas a los califas, pero sin ningún fin recreativo.

Una de las cabras acabó incluso amenazando de muerte a una mujer de uniforme verde.

Desde el telmo sapearon que al entrar a la habitación de los cuatro encontraron la cama destrozada, vasos rotos y un montón de botellas de copete que habían sido metidas a la mala.

Los dos hombres y una mujer fueron llevadas a fiscalía, donde los machos fueron condenados a pagar los daños y junto a la chica no podrán volver a entrar al nidito de amor.

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