Tallita de Estrada le cayó como plomo: ¡Quedó a popín pelado!

Los que creen que el mayor sueño de "Cisarro" es cachar dónde queda la casa del Viejito Pascuero y qué marca de alarma tiene, están totalmente errados: El chiquitín más chorongo del barrio siempre quiso conocer a sus ídolos del Bulla y gracias a los carabineros lo consiguió, en noviembre de 2008, para su cumpleaños.

Ni por eso dejó de ponerse brígido, todo por una talla de Marco Estrada, que casi se fue de pifia en el paño y pa-pa-pa. En uno de los breves momentos iluminados en su vida, el Al Capone de macetero fue llevado por los polis de la 18ª Comisaría de Ñuñoa al Caracol Azul, como regalo de cumpleaños, con la idea de reinsertarlo socialmente.

Pero de entrada se puso peluda la cosa. Al cachar más prensa que a la salida de una fiscalía, "Cisarro" trató de arrancar y su hermano agarró a camotazos a los apóstoles.

Solo los carabineros convencieron al Atila en miniatura de no virarse. Vestido de azul, cachañeó un rato junto al primer equipo del Bulla. Estaba en esa, cuando Marco Estrada le bajó los tolompas, en una clásica broma de entrenamiento. Ahí, "Cisarrito" dio vuelta la cabeza en 360º, habló en lenguas muertas y chispeó los dedos como un profesional del Patio 1. Saltó una reja y se perdió.

Nuevamente, carabineros, con esa paciencia infinita que los caracteriza, lo fueron a buscar. "Cisarrín" volvió y como premio, Estrada le regaló una pelota y 10 lucas para que se le pasara lo amurrado. Por otro minuto, el menor fue un niño chico con ganas de jugar a la pelota y comprar helados.

PREOCUPADOS

Mientras su mami tararea "será un cogotero, dice el abuelo, un gran traficante, sería perfecto. Y si es un mechero, qué horror, un monrero...", en Chuncholandia no se olvidan de "Cisarro".

Walter Montillo, el mayor ídolo del  brocacochi, prefirió no opinar, ya que se sintió muy tocado por la situación del menor. Pero Manuel Villalobos señaló: "Es lamentable, porque uno lo conoció un día. Creo que por lo que lo rodea, su gente, su familia, pasan muchas cosas por su cabeza. Por ahí me he enterado que tiene a sus padres en la cárcel, hermanos, también. Entonces es muy difícil que un niño pueda corregir sus errores. Ojalá pueda, pero es muy difícil", lamentó el crack del campeón.

David Reyes S.

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