Siempre en una ceremonia hay un director de orquesta, un capo, alguien que lleva la batuta y maneja con criterio para dónde irá la gallada, la filarmónica o un ejército.
En este caso hoy le tocará la responsabilidad de manejar la guaripola al cadete Cristián Iturriaga (21), cuando a eso de las 15 horas en punto debute manejando el batallón de los soldados de la Escuela Militar en la Gran Parada Militar 2012 que se realiza en la elipse del Parque O’Higgins.
Como tambor mayor, popularmente conocido como el guaripola, será el encargado de dar por iniciada la Parada después de que el comandante de la Guarnición de la Región Metropolitana solicite la autorización al Presidente.
“El jefe de banda, al gritar “marrrr..”, deja la responsabilidad de encajonar, ordenar y centrar la banda en mis manos”, guió la conversa.
El uniformado es cuarta generación de militares. Su abuelo también fue tambor mayor y cuando niño le mostraba los manejos.
“Pero nunca practiqué con una escoba o un bastón como muchos niños, esto fue sólo de grande cuando ingresé a la escuela. Acá practico una hora diaria en mis ratos libres”, soltó.
Si bien está tranquilo, no se muestra sobrado o confiado frente a la responsabilidad que tiene literalmente en sus manos.
“Miedo no tengo, sólo el nervio natural porque las cosas resulten bien”, remarcó.
Ante la posibilidad de que se la caiga el palito de mando, el cadete se muestra gallardo y firme: “Nunca se me ha caído el bastón, prefiero ni siquiera pensarlo, si se me llegara a caer, lo recojo marcialmente y sigo”.
Para el director de la Escuela Militar, coronel Rodrigo Urrutia Oyarzún, es un privilegio mostrar las tradiciones militares a la ciudadanía, como lo hace su alumno.
Por su parte cabalgará al frente de sus hombres en la elipse el día de hoy, montado en su querido caballo “Ligamento”, de personalidad eléctrica y elegante andar.
“Si bien no esta acostumbrado a los volantines, a los ruidos y aplausos, es el jinete el que debe transmitir la tranquilidad al animal”, remató.