El pasado miércoles, Steve Jobs, guaripola del planeta Apple, presentó al respetable su nuevo computador tipo Tablet: El iPad, nombre que denota un derroche de creatividad inmenso (se suma al iPhone y al iPod).
Este nuevo chiche es como una pizarrita, claro que con toda la tecnología Apple, pantalla táctil y conexión a internet vía wi-fi o 3G. Tiene un grosor de 1,3 centímetro, mide 24 de alto por 17 de ancho y pesa sólo 680 gramos. Una oblea.
El iPad posee un procesador diseñado especialmente por la compañía: El Apple A4 chip, con velocidad de 1 GHz.
La joyita viene en versiones de 16, 32 y 64 GB de almacenamiento en formato flash, con Bluetooth 2.1, micrófono, parlantes, acelerómetro, GPS, brújula y una batería que dura 10 horas.
No tiene cámara web ni conector USB, lo que para muchos ciberñoños es un manso pecado.
Entre sus chorezas está que se pueden leer libros como si fueran en verdad de papel. Se compran fácilmente desde el mismo dispositivo en la nueva tienda iBookstore, para no moverse del escritorio.
Además, todas las aplicaciones para iPod y iPhone, incluidos los juegos y algunas tan útiles como un nivel para usar en la constru, se pueden bajar desde iTunes y funcionan perfectamente.
Al iPad se le puede instalar la aplicación iWorks, con procesador de texto, de presentaciones y planilla de cálculo.
Para escribir, aparece un teclado con letras bien grandes. Y si no se acostumbra, puede comprar un teclado aparte para usarlo como un verdadero mini computador.
A Chile llegaría en junio desde 349 mil pesos, aproximadamente.