Guerra de tarifas, peleas por pasajeros, protestas en las calles y hasta violentas agresiones colmaron las portadas de diarios. ¿Los protagonistas? Los taxistas y conductores de Uber, quienes vivieron un año complicado, que al parecer, terminará de mejor manera.
Todo gracias al espíritu navideño que se apodera de los chilenos en estas fechas.
Lo que parecía imposible se logró gracias al taxista Reinaldo Sandoval y el Uber Juan Pablo Gallardo, quienes comparten algo más que vivir tras el volante. Ambos, en estas fechas, se visten de rojo, se ponen una barba blanca y juntan regalos para los niños que no lo pasan muy bien durante el año.
Su gentil y desinteresa ayuda al resto los llevó a encontrarse y hacer las paces para entregar amor, paz y muchos regalos.
Tras un afectuoso abrazo, Sandoval contó que "hace 7 años que recolecto regalos para los niños hospitalizados, hago harta campaña juntando juguetes y otras cositas y la víspera de Navidad voy como un ayudante de Santa y los entrego en distintos centros asistenciales. Este año iré a los hospitales Félix Bulnes, Calvo Mackenna y el Sótero del Río".
En tanto, Gallardo reveló que "por un compromiso social, que me fue inculcado en el colegio, siempre he estado vinculado de alguna manera a las causas sociales, por ejemplo ahora trabajo en una constructora haciendo viviendas sociales".
Agregó que "eso te hace acercarte a propietarios de escasos recursos que tienen familias numerosas y muchas veces no les alcanza para terminar el mes. En esta fecha en especial uno más se interesa por velar que esas familias tengan una navidad digna".
SACRIFICIO
Ambos conductores realizan esta linda labor social sacrificando horas de sueño y tiempo con su familia, porque para ellos no hay nada más lindo que ver la sonrisa en la cara de los pequeños.
"En esta tarea he conocido varias realidades, hay casos de abandono de familiares, que son los menos, pero la mayoría de las familias deben gastar una fortuna en tratamientos y remedios, por lo que no queda mucho para hacer regalos en la Navidad", contó Sandoval, dando su celular (9136 2869) para quienes quieren hacer su aporte a los niños.
Gallardo contó que "hago Uber en mis ratos libres y fines de semana. Ahí uno conoce distintas realidades. También me acerco a comunidades de escasos recursos que se congregan bajo entidades sin fines de lucro, o a gente cercana como las familias de los trabajadores de mi pega".
Los choferes se dan la mano, abrazo incluido, meten primera y salen a buscar pasajeros cargados de regalos, al final del día hay clientes de sobra y para todos.
UBERPASCUERA
Otra "Uber Pascuera" es la señora Luz Alvarado, quien es trabajadora social de profesión, pero por falta de pega maneja su auto a tiempo completo para llegar a fin de mes.
"Muchas veces la gente que llevo me cuenta sus problemas y una dice 'pucha mis problemas no son nada al lado de los de ellos', y uno los aconseja. Nuestra relación con los taxistas es como en cualquier otro trabajo, hay buenos colegas y otros malos. En estas fechas hay que ser caritativo y pensar en el prójimo", deseo la señora Luz.
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