"No tengo miedo en hacerlo de nuevo y decirle lo que pienso a la Presidenta", dijo fuerte y claro el tata Ruperto Palma Cortés (76), quien fue detenido ayer tras increpar a Michelle Bachelet para que elimine de una vez el 7% de cotización de salud que se descuenta mensualmente a los tigritos.
Don Ruperto nació en Chuquimata el 26 de enero de 1932 y ayer acompañó a su señora, María Calderón, a cobrar la pensión.
"Fui con ella a la plaza de pagos del INP en Arturo Prat porque andan muchos niños malos que podían robarle su platita. Los carabineros no nos dejaban pasar y creí que era un asalto, pero después pasamos", explicó.
"Fue algo fortuito", recordó. Irónico el jubilado le dijo a La Jefa: "Gracias señora Presidenta por el aguinaldo de 11.664 pesos que me dio. Con esa plata me voy a las fondas a comer y a curar. No me alcanza ni para una empanada de pera, señora Presidenta".
Agregó que Bachelet creyó que "la felicitaba y agradecía y hasta me dio un beso".
Palma Cortés, quien fue carabinero por seis meses en 1957, comentó que la Mandataria se mandó un discurso en el que destacaba los beneficios de la reforma previsional. Don Ruperto prendió el ventilador.
"Le dije que hasta cuándo, que derogue la ley del 7% porque los jubilados nos estamos muriendo, somos desechables. No me alcanzó a contestar porque me sacaron cuatro gorilas grandes, me pegaron codazos en las costillas y me entregaron a Carabineros", explicó.
Precisó que es la primera vez que lo lacean "porque antes me escapaba. Me metieron en la cuca chica donde atienden a los patos malos y luego en el retén móvil donde me tomaron los datos y me dejaron libre. Mi viejita andaba medio asustada".
DE TODO
"Fui mueblista, trabajé en el campo sembrando cebollas, tomates, papas y otras verduras; me comía un racimo de uvas y una marraqueta. Junto a mi señora no llegamos a las 200 lucas de jubilación. Si tengo hasta para escribir un libro", remachó don Rupe.