Tata salvó a su mujer y lo apuñalaron en el ojo

Sólo por defender a su mujer e intentar rescatarla de las garras de tres patos malos que se colaron en su hogar, un valiente tata fue salvajemente apuñalado y perdió el ojo izquierdo, en Ñuñoa.

"Cuando llegué a su pieza don Jorge estaba pa'l gato. Fue impactante verlo todo ensangrentado. Me dijo: 'Jano, estos hueones me hicieron cagar el ojo'", relató shockeado Alejandro Quijada (42) (foto chica), vecino de la pareja que llegó en pijama y pantuflas a auxiliar a los abuelitos.

Luego que los tres hampones se metieran por una ventana al domicilio de calle Los Tres Antonios, en la Villa Real Grecia, comenzaron a exigir a grito pelado dinero, joyas y las llaves de un todoterreno que estaba estacionado.

Como la irrupción fue cerca de las 00.20 horas de ayer, la pareja de ancianos estaba acostadita y no entendía qué pasaba, por lo que los desgraciados se pusieron muy agresivos.

"Mientras la señora era arrastrada por un delincuente, el caballero trató de defender a su mujer y en ese instante fue donde el individuo le propinó las cinco estocadas en el cuerpo, una de ellas en el globo ocular izquierdo", detalló el mayor Cristian Benavides, jefe de la 33ª Comisaría de Ñuñoa.

El escándalo que produjo el quiebre de la ventana y los zamarreos dentro de la casa alertaron también a otro vecino, quien activó su alarma e hizo arrancar a los rateros, los que huyeron a pata con un pichintún de especies manchadas con sangre inocente.

A las pocas cuadras de carrera, la oportuna llegada de Carabineros permitió capturar a dos de los tres asaltantes, identificados como Claudio Arturo Lobos Carrillo (35) y Joan Paul Vergara Godoy (37), en la esquina de las calles Pedro de Valdivia con Las Encinas.

"Al momento de su detención ellos tenían dinero y especies, joyas de la señora", precisó el mayor Benavides.

Tras su captura, Lobos y Vergara fueron formalizados por la Fiscalía Metropolitana Oriente y quedaron recluidos en prisión preventiva en la cárcel Santiago 1.

La víctima de las puñaladas, de 71 años, jubilado y con Alzheimer, hasta ayer permanecía en estado grave fuera de riesgo vital en el Hospital del Salvador, mientras sus familiares realizaban trámites para trasladarlo a otro centro asistencial.

Su mujer por más de 20 años, dueña de casa de 69, quedó en estado de shock y con tratamiento sicológico.

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