Ni la avanzada edad ni los achaques ni el abandono familiar fueron impedimento para que Juanito Cousiño (86) y Jimena Gandarilla (68) vivieran la mejor Nochebuena de sus laaargas vidas.
Resulta que los abuelis pololearon por más de 50 años y nunca pisaron el palito. Sin embargo, esta Navidad ya pueden gritar a los cuatro vientos que viven juntos bajo la ley de Dios: hace 4 meses un curita bendijo al fin su linda relación.
"Lo nuestro es un amor puro y verdadero. Nos hacemos compañía y nos amamos", comentó Jimena, antes de comenzar con la celebración navideña.
Los tatitas, que se enamoraron con canciones de Los Beatles, viven en un centro de la Fundación Las Rosas de Ñuñoa y juntos han demostrado que el amor cuando es verdadero puede durar para toda la vida.
AGUANTE
La pareja se transformó en el símbolo del centro de acogida -que reúne a más de 70 ancianos- por su constancia y aguante.
"No conocimos el año 1956 en la iglesia Santa Elena y nuestra primera cita fuimos a la Fisa. Desde ese día nos hicimos amigos inseparables", contó Jimenita, quien cada vez que mira a su marido se ruboriza como quinceañera enamorada.
Pero al poco andar de la amistad el par de tortolitos se dio cuenta de que no podían vivir separados y comenzaron un largo pololeo.
A pesar de que a veces los visitan familiares, la mayor parte del tiempo los abuelis la pasan solos en los comedores del centro.
Tanto es el amor que se siente, que cuando los familiares de Juan decidieron internarlo en la Fundación, Jimena se fue a vivir con él.
"Estoy enamorado de Jimena, ella es mi compañera de toda la vida", contó don Juan antes de estallar en llanto de emoción.
