A pesar de que el día partió como las huifas, por causa del infierno en la cárcel de San Miguel, eso no fue impedimento para que más de 500 mil fieles acudieran a pagar sus deudas con la virgencita de Lo Vásquez a Casablanca.
En una jornada calurosa, y donde a las personas se les recomendó hidratarse como si fueran a correr un maratón para no sufrir complicaciones con el caregallo, los que estaban en el Dicom religioso no tuvieron mayores dramas para saldar sus cuentas pendientes.
Claro que hubo un fiel que lamentablemente no alcanzó a llegar a la cita. Se trató del tatita Aurelio Bringas, de 62 peras, quien a la 1.30 de la madrugada se desplomó en medio del camino, exactamente en el kilómetro 61 de la Ruta 68.
El hombre se movilizaba hasta el santuario desde la Región de Valpo en su bicicleta, pero un maldito paro cardiorrespiratorio lo mandó al asfalto debido al esfuerzo físico que estaba realizando para llegar donde la Virgencita.
De inmediato el personal encargado lo trasladó al Hospital de Curacaví, donde intentaron salvarle la vida, pero no hubo caso, pues su deceso fue inevitable.
La muerte de Aurelio Bringas fue la mancha oscura de esta nueva peregrinación a la Virgen de Lo Vásquez, junto con los partes a los automovilistas que no pescaron las indicaciones de Carabineros y no tuvieron ni un respeto por la gallada.
