Tatita quería hacerse el pino vendiendo hilo curado

Literalmente con las manos en el vidrio molido pillaron los astutos verdes de la 25a. Comisaría de Maipú a Justo González Cordero (71), quien pretendía hacerse el pino vendiendo hilo curado en el mes donde más volantines se elevan por los cielos de este terruño.

El vivaracho tatita guardaba en su casa, ubicada en la Villa Cuatro Alamos  de la comuna de Maipú, un tremendo arsenal para fabricar el peligroso material.

Tres máquinas para procesar hilo, un saco de vidrio molido, 238 conos de hilo para trabajar, un recipiente con cuarzo y 100 carretes del mortal  hilo curado listos para ser comercializados, fueron decomisados del palacete del anciano.

Según informó Carabineros, los carretes serían vendidos en el local de volantines que posee González en Estación Central y en diversos boliches   de la capital.

El abuelito dueño de la fábrica clandestina, tras ser detenido quedó en libertad, pero dentro de los próximos días "le va a tener que dar explicaciones a la autoridad sanitaria de Santiago", aseguró el mayor de Carabineros Rodrigo Robles, por infringir el artículo 19 del Código Sanitario.

El hilo curado el año pasado le cortó la cara y la carrera al modelo publicitario  Nedeko Atlagich López. Mientras el guapetón  viajaba en su motocicleta  frente a la Playa Chinchorro se topó de sorpresa con el peligroso material cruzando la calle de esquina a esquina.

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