Tras 24 horas de intensa búsqueda, ayer fue detenido el único sospechoso de la muerte de Alison Calderón Hidalgo (17), quien fue encontrada muerta y enterrada en el patio del liceo Fray Luis Beltrán de la comuna de El Bosque.
Julio Miranda Herrera, quien tiene antecedentes por robo con intimidación, fue capturado en el peaje de Puerto Montt por Carabineros de la Quinta Comisaría de esa ciudad.
El Comisario Paulo Cortés Miranda explicó que recibieron una llamada anónima informando que en un minibus viajaba un hombre que respondía a las características físicas y de vestimenta del sospechoso de la muerte de la joven Alison Calderón.
“Él no opone ningún tipo de resistencia ni da información respecto de su permanencia en Puerto Montt y desconoce el motivo de por qué lo conducimos a la comisaría”, aclaró el capitán.
El sujeto, por su parte, declaró escuetamente antes de ser llevado a la comisaría que “yo anbada mochileando, tengo millones de testigos. Yo ubicaba a la niña, pero yo no maté a nadie. Salí el lunes en la mañana a mochilear con mi polola e iba camino a Chiloé”.
LLAMADA
Cabe recordar que fue otra llamada, la de la polola del supuesto victimario, lo que permitió el hallazgo del cuerpo de la niña desaparecida el domingo pasado, y que estaba enterrada en el patio del establecimiento donde cursaba el primer año medio.
“De acuerdo a las primeras indagaciones, la data de muerte de la joven es cercana al día de su desaparición”, aclaró a La Cuarta el fiscal Patricio Rosas de la Fiscalía Metropolitana Sur.
Agregó que nada se puede descatar y que los peritajes, junto con determinar las causas de muerte, buscan establecer si la joven fue abusada, el elemento usado para golpearla y el ánimo asociado al delito.
“Acá se descarta el femicidio, pues la víctima y su posible victimario nunca compartieron techo, el hombre estaba casado y tenía una segunda relación, por lo tanto se trata de un homicidio”, aclaró el fiscal.
SOSPECHAS
Los vecinos de la población O’Higgins contaron al diario pop que a eso de las tres de la madrugada del lunes varios se despertaron por la rotura de una cañería, la cual dejó inundada la calle Victor Plaza Mayorga y el pasaje Michimalongo. Y, según ellos, ese chorrito venía del recinto educacional.
“En la mañana había mucha agua que salía del liceo”, contó una vecina que pidió reserva de su identidad.
A raíz de este problema, las clases se suspendieron durante toda la semana, y según otro vecino, “cuando la PDI vino a inspeccionar el liceo, pasaron por todos lados, menos por la zona en que el cuidador guardaba tablas y cachureos. Ahí estaba la niña.”
Lo más terrible es que la misma persona confesó que esa mañana su hijo salió a trabajar “y escuchó unos quejidos de una mujer, pero no supo de dónde venían hasta el viernes. Ahora está devastado”, concluyó.