“´Pensaba que, si no me defendía, Gerardo me podía matar”, aseguró el joven de 20 años.
Fue el pasado jueves 1 de febrero cuando los hijos de Nabila Rifo —dos jóvenes de 20 y 17 años, respectivamente— quedaron detenidos debido a la muerte de Gerardo Bañares (34), quien era la actual pareja de su madre.
De acuerdo a los primeros antecedentes, ambos habrían agredido al sujeto con golpes de pie y puño, además de un objeto contundente. A raíz de esta situación, el hombre resultó herido y debió ser trasladado al Hospital Regional de Coyhaique, donde finalmente perdió al vida.
Ya el domingo 4 de febrero, el Juzgado de Garantía local decretó prisión preventiva e internación provisoria en contra de los dos hijos de Rifo por el delito de homicidio.
Nuevos detalles del caso
Según detalló BioBioChile, la indagatoria liderada por Fiscalía arrojó precisos detalles sobre el ataque sufrido por Bañares, quien fue golpeado con un bate de béisbol en 13 ocasiones y con una manopla, en otras 17.
Gracias a imágenes obtenidas durante el curso de la investigación, se pudo corroborar que el conflicto se prolongó por cerca de 15 minutos. Además, en plena agonía de la víctima, se vio a Nabila sentada a su lado, en estado de shock.
En diálogo con Carabineros, la mujer reconocería que su pareja llegó borracho al hogar, al que también lanzó algunas piedras. Cansados de este tipo de situaciones, sus hijos habrían reaccionado.
En su declaración, J.T.R (el menor 17 años) afirmó que Gerardo se convirtió en un “amigo” dentro de la familia.
“Llegó a algún acuerdo con mi madre y se empezó a quedar en la casa, no se fue más”, relató. Sin embargo, los problemas no tardarían en aparecer.
“Una noche mi madre discute con Gerardo por la cantidad de leña que le estaba echando a la estufa. Él le grita algo, como una insolencia, y luego se le acerca y le da un combo en la guata. No lo vi, pero escuché a mi madre que se quejaba. Yo le pregunté a Gerardo que qué estaba haciendo y él tomó todas sus herramientas y se fue”, agregó.
Asimismo, el adolescente reveló que “él siempre actuó igual. Mi madre me contó que en la calle varias veces la golpeó con patadas o combos que a ella le dolían, pero no lo denunció. Yo nunca vi esos episodios, sólo me los contaron”.
El ataque mortal
La noche del pasado 1 de febrero, Gerardo llegó gritando a la casa. Por su parte, Nabila Rifo decidió llamar a Carabineros al ver que los tres (su pareja e hijos) estaban cada vez más enojados.
“Yo quiero buscar a mi mujer”, habría dicho el sujeto, cuando los jóvenes le impedían entrar.
“Te voy hacer mierda, cabro culiao”, amenazó Bañares, que procedió a golpear a uno de los jóvenes.
“Fue en ese instante en que pensé que me podía matar y decidí golpearlo con la manopla”, relató el hijo mayor. “Al retroceder un poco, tropecé con los peldaños de la escalera y caí de espalda. Quedé en una postura inclinada y Gerardo se abalanzó sobre mí para golpearme, iniciándose un intercambio de golpes”, añadió.
“Debido a la adrenalina, la situación que estaba viviendo, sumado a que pensaba que si no me defendía Gerardo me podía matar, es que le di una gran cantidad de golpes con la manopla, todas en el rostro y cabeza”, reconoció el hoy imputado.
Por lo pronto, antes de conocer su futuro, los hijos de Nabila deberán acatar la decisión de la justicia durante los 90 días que durará la investigación.
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