Esta afección es el dolor de varios compatriotas, que sin importar la época del año sufren de hiperhidrosis, mal que les moja las manos, pies y axilas de manera exagerada. A Chile llegó una revolucionaria tecnología que la elimina con alta efectividad.
Un 2% de los chilenos sufre de este problema y puede atestiguar la tremenda carga que es convivir con la hiperhidrosis. ¿Qué es? En palabras simples, la sudoración excesiva de axilas, pies y manos.
Esta condición no sólo se manifiesta en verano o en ambientes de alta temperatura, que sería un tanto más comprensible, sino que a todo momento, incluso en invierno.
Médicamente, no existe una explicación para esta condición, pero lo que sí está claro es que "en los pacientes que sufren de hiperhidrosis, el sistema nervioso simpático -que está a cargo de regular la presión arterial, la dilatación de las pupilas y la secreción de las glándulas- hiperestimula a las glándulas sudoríparas, haciendo que transpiren de manera anormal y excesiva", explica la web del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
Cirugías y tratamientos para poner freno a este padecimiento existen, también se puede controlar con desodorantes especiales que no son para nada baratos, pero algunas de estas terminan siendo sólo soluciones de parche.
Una alternativa que da muy buenos resultados, y que recientemente llegó al país es Miradry, una moderna técnica que usa energía microondas para eliminar las glándulas sudoríparas, y todo esto sin dañar las capas superficiales de la piel.
Según sus registros tras más de una década de funcionamiento en Estados Unidos, esta aparatología soluciona de manera casi definitiva la sudoración axilar, y con una alta tasa de éxito.
Así funciona. El doctor Marcelo Riquelme es dermatólogo y director de Skintegral, donde este tratamiento ya está disponible, y explica las ventajas de someterse a este procedimiento ambulatorio que, entre otras características, se trabaja con anestesia local y no implica incisiones quirúrgicas.
"Como la glándula sudorípara está compuesta de agua, se destruyen y son reemplazadas por un tejido cicatricial que no produce sudor. Se espera que para el 2020, pueda aplicarse en manos, plantas de pies y en otras zonas", adelanta el profesional.
Riquelme agrega que "en una sesión, logra controlar en un 80%, lo que para cualquier dispositivo médico ya es superior, porque ningún equipo promete solucionar de manera definitiva y permanente con estas tasas de seguridad".