Tejedores chilenos realizan juntas laneras en plazas, cafés y bares

Lo que era considerada una solitaria actividad de madres y abuelas, toma un nuevo impulso con el auge de las tejedoras y tejedores.

El colectivo de Hombres Tejedores (@hombrestejedores) venció varios prejuicios sobre el uso de palillos y lanas reuniéndose en lugares públicos sin temor al qué dirán. Parques como el Bicentenario, San Borja o la Plaza de Maipú y el Parque Forestal han sido sede de sus encuentros al aire libre.

"Si lo piensas bien, reunirte con amigos o amigas a tejer en parques o las casas de cada uno es una práctica social que no es tan nueva. Sólo se ha hecho más conocido porque la gente lo divulga en sus redes sociales. Recuerdo que las abuelitas se juntaban a tomar once o tomar mate mientras tejían. Lo que se está haciendo es sacar el tejido fuera de la casa, nomás. Al aire libre o a la mesa de un restaurant o la cafetería favorita como excusa para verse con gente que hace lo mismo que tú", cuenta César Henríquez, uno de los tejedores.

Conocidos en el extranjero como "knitting parties", estos encuentros congregan a apasionados de las lanas que van un paso más allá de las redes sociales para conocer nuevos amigos y amigas. También para compartir experiencias de tejido, aprender técnicas y comparar materiales.

"Hay personas que incluso se juntan a intercambiar lanas, a tomar un traguito y se intercambian números de Whatsapp o cuentas de Instagram para seguir compartiendo el progreso de sus respectivos tejidos", sostiene Valentina Carrasco, profesora de tejido de Seteje.cl y organizadora de la más reciente Knitting Party oficial como embajadora de la marca española We are Knitters.

Estos carretes del tejido, desayunos y picnics abiertos a todo el mundo, dan cuenta de un mercado creciente de insumos y materiales que se especializan al punto de contar con exclusivos palillos japoneses que cuestan más de $100 mil y ovillos de lana española de hasta $10 mil, respecto de los típicos ovillos acrílicos de $700. Tejido moderno, llaman sus cultoras a las piezas que ya no son el típico mantelito encima del velador o la antigua TV.

"Creo que el tejido se ha modernizado y generaciones nuevas de tejedoras se han percatado de que este hobby te permite crear una prenda hecha por ti. Algo que puedes lucir, regalar e incluso vender. Muchas aprendimos de niñas con nuestras abuelitas o mamás, pero, a diferencia de ellas, contamos con algo más de holgura y tiempo libre para tejer, para tomar cursos y con un mayor acceso a nuevos productos y materiales para el tejido", asegura Vilma Aguirre, tejedora y emprendedora a cargo de TiendaEW.cl (especializado en accesorios, lanas e hilados y demandadas bolsas para tejidos con frases chispeantes).

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