Temieron lo peor: familia se encontró con un cuerpo en el bosque y resultó ser una muñeca inflable

Cerca del mediodía del lunes 11 de abril, una familia viajaba por un boscoso camino, ubicándose a unos kilómetros de Liskeard, localidad de Reino Unido.

Vikram Dawson, de 36 años, era quien conducía, cuando decidió detener el auto para bajarse a echar la corta entre las malezas, a un costada de la calzada, consignó Infobae.

De pronto, regresó al vehículo, pálido, y le contó a su esposa, Shriya, de 36 años, lo que acababa de ver: un cuerpo desnudo boca abajo. En medio de la alteración, él asumió que se trataba de un asesinato.

Ella, incrédula aún, se bajó a echar un vistazo al presunto cadáver, y se encontró con una pierna desnuda entre los arbustos. Regresó corriendo al auto y llamaron al 999, el número de emergencia británico.

“Vikram realmente creía que alguien había sido asesinado y su cuerpo había sido arrojado al bosque”, contó ella, según consignó The Sun. “Había visto a alguien tendido inmóvil, desnudo y boca abajo en un arbusto”.

Llega la policía

En tanto, la policía se tomó seriamente la denuncia y partió al lugar para entrevistar a los testigos. Sin embargo, mientras la familia esperaba, apareció un hombre calvo, de aspecto “muy sospechoso”, con tatuajes en el cuello; pasó despacio y volvió 15 minutos después.

Ante ese encuentro, el conductor encendió el auto y se alejaron del lugar, para regresar más tarde al presunto lugar del crimen.

Así se encontraron con dos autos policiales y tres oficiales alrededor de la escena. “El área estaba completamente sellada”, describió Shriya. “Todo parecía tan real como en las películas”.

“Luego fueron a levantar el cuerpo y sintieron que era un poco liviano”, relató Shriya. “Resultó ser una muñeca sexual de goma pálida”, es más, agregó, “creo que vi senos”.

“Debe haber sido alguien jugando una broma con un maniquí desnudo o descartándolo porque ya no lo querían”, sospechó ella. “La policía incluso tenía lista una bolsa para cadáveres y la usó para llevárselo”.

Según los policías le contaron a la familia, este tipo de incidentes son más comunes de lo que imaginaban. Mientras, un portavoz policial del declaró: “La llamada se hizo de buena fe, y para garantizar que no hubiera más llamadas del público, los oficiales retiraron y desecharon el artículo”.