En una entrevista con la revista Sábado, el ex ministro se refirió a su infancia y juventud, explicando lo difícil que fue para una persona “no heterosexual” estudiar en un colegio católico.
El ex ministro de Salud, Enrique Paris, reveló detalles inéditos sobre su vida privada, profundizando sobre su infancia y juventud estudiando en un colegio católico, y explicó por qué nunca decidió casarse.
Durante una conversación con la revista Sábado de El Mercurio, el pediatra recordó que luego de terminar su beca en el hospital Calvo Mackenna, se fue a Bélgica y sus planes eran casarse con su polola al volver pero al retornar al país tomó una decisión diferente.
“Estando allá me di cuenta de que no iba a hacer una vida con una mujer”, reveló.
Explicó que no fue fácil para él. Ya que durante su infancia, esos temas se trataban de manera muy dura y que se debía tener una personalidad muy particular para que alguien que “no fuera heterosexual” saliera de un colegio católico sin traumas.
Cuando le confesó su orientación sexual, su pareja de aquel momento no le creyó y le pidió que hablara con un médico. “Me tocó un psiquiatra muy religioso, igual me sirvió para hacer yo mismo mi propia reflexión”, reveló entre risas al medio.
“Soy hijo de mi tiempo”
Con respecto a la posibilidad de casarse de todas formas, el médico explicó que no era una opción para él. “Necesitaba ser honesto conmigo mismo. Además, para mi, eso era moralmente inaceptable”, contó.
Tras ser consultado de por qué no se rebeló ante las normas sociales conservadoras de ese entonces, Paris señaló que ”en esos años tener una opción sexual distinta era muy complejo, por lo que uno tenía que tratar de ser prudente. Nunca fui de los que se rebelaban. Soy hijo de mi tiempo, de mi época”.
Sobre cómo han cambiado las cosas actualmente con respecto a las orientaciones sexuales de las personas, el médico aseguró “que es maravilloso que los niños puedan expresar lo que les sucede, lo que van sintiendo. Lo vi siendo pediatra, niños que decían me siento así o asá a sus papás, al doctor”.
“Es una duda terrible para ellos; no es que sea una cosa fácil tampoco, pero yo creo que es mucho mejor que lo digan, que transparenten sus problemas, sus inquietudes, y no que las oculten”, agregó.