Nuevas declaraciones se dan a conocer en torno al hecho ocurrido el 9 de diciembre de 2019 y donde murieron 38 personas.
Nuevos testimonios se dan a conocer en torno a la tragedia ocurrida el 9 de diciembre de 2019, luego que una aeronave de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) que volaba con destino a la Antártica cayera con 38 personas a bordo.
Según reveló BioBioChile, distintas declaraciones contenidas en el expediente judicial darían cuenta del mal estado en el que se encontraba la aeronave y una “verdad oculta” al interior de la FACh.
Patricio Valdés Vergara (33), quien presta apoyo mecánico en la institución, detalló que, en caso de una falla, el técnico a cargo no estaba completamente capacitado.
“En la práctica nos íbamos turnando para las comisiones (…) donde finalmente designaban a uno y otro de cada especialidad, el cual, pese a no estar reglamentado, terminaba cumpliendo las dos funciones aunque no tuviese la expertise necesaria para desarrollarla”, declaró el funcionario.
Asimismo, planteó que “en varias oportunidades, cuando no teníamos conocimiento de la materia o el protocolo para poder corregir algún inconveniente, debíamos llamar a Santiago para que el especialista del área pudiese ayudar al que se encontraba en comisión a arreglar el problema”.
“Podría decir que, en más de una oportunidad, aunque algún especialista ha indicado que no se puede despegar por discrepancias de la aeronave en las que el manual prohíbe su despegue, estas son ignoradas por la parte operativa y se termina volando igual”, agregó.
Más testimonios
Por su parte, Sebastián Ifland Castro (38), ingeniero en electricidad electrónica de la FACh, reconoció que “yo iba muerto de miedo si en el caso de ir en el dique y fallara un elemento de comunicación y navegación no iba a saber cómo resolverlo, pues esa no era mi función. Ni siquiera sabía dónde iban los equipos. Si eso pasaba tenía que recurrir al comodín telefónico que significaba tener que llamar a uno de los chicos de la especialidad para que me dijera qué tenía que hacer”.
Sin embargo, reconoció que “nunca me cuestioné esta situación porque era nuevo, era normal que mandaran solo a uno y yo como recibía ordenes no cuestionaba. Luego, cuando empecé a tener antigüedad, empezamos a cuestionar esto, casi todos los que salíamos en comisión. (…) No recuerdo que nos hayan dado una respuesta. Siempre estaba el miedo del especialista de que fallara algo distinto a su especialidad y quedar mal con los más antiguos que van en el dique”.
Por su parte, Camilo Venegas Pacheco (33), otro de los mecánicos del Grupo de Mantenimiento, confirmó que “nos incomodaba (viajar como especialista de algo que no lo era) (…) Es más, la primera vez que me enviaron a comisión, en el 2015, me iban a mandar en el dique de mantenimiento como de comunicación y navegación, pero yo no quise porque no tenía los conocimientos (…) Me negué a ir sin apoyo ante mi jefe de taller, quien puso cara de no creérselo”.
El día de la tragedia
Respecto al día de la tragedia, Venegas recordó que estaba en su casa cuando recibió un llamado de Sergio Romero, cabo primero especializado en comunicaciones y navegación que viajó a la Antártica.
“Me dijo que estaba en Punta Arenas en un Hércules y que estaban próximos a salir a la Antártica. Me dijo que tenía fallas en el estanque de combustible (…) Le dije que la aeronave no podía salir (…) Cuando Sergio Romero me llamó no me dijo si había trabajado o no la falla, solamente me dijo que tenía falla en esos indicadores de combustible”, rememoró.
“Sergio (Romero) no tenía esos conocimientos. Y lo poco que pudo haber conocido sería porque alguien le dijo o le leyó de los manuales, pero experiencia en el sistema no tenía. Y no tenía porqué tenerla, porque no era su área. Me imagino que la tripulación habrá determinado volar igual y resolver la falla a la vuelta”, complementó..
Testigo clave
Sin embargo, sería el cabo de la FACh Cristian Gamboa quien terminaría transformando en un testigo clave del caso.
En su testimonio, el funcionario sostuvo que los superiores forzaron el despegue pese a las fallas. Y así lo reflejan los audios que le compartió a Romero desde la la distancia.
“Hazle presente ahí al inspector de que si tenís drama de combustible (…) puede quedarte la caga hueón”, le dijo.
Apenas el avión se declaró desaparecido, Gamboa informó en un grupo de colegas sus quejas: “Puta, yo hablé con los cabros cuando iban despegando pa allá hueón, que el avión culiao andaba con dramas de combustible, hueón. Yo le dije a (a Romero) que avisara que no podía despegar con esa hueá”.
“Tenís la papa más caliente que hay tenido en tu vida en las manos conchetumare. Tenís a la Fuerza Aérea en tus manos, conchetumare, literalmente tenís a la Fuerza Aérea en tus manos”, le respondieron.
En otro de los mensajes recuperados por la PDI desde el teléfono del funcionario se lee lo siguiente:
“Yo por tratar de hacerlo bien y declarar lo que hablé con el guatón Romero ahora estoy metido hasta las masas, hasta las masas. Cuando me tenga que llamar el fiscal voy a tener que andar con cuatro ojos cuidándome por si me quieren cagar. Por lo mismo, porque mi declaración es súper importante. Si el guatón hubiese dicho ‘no, no se vuela’, no se hubiese volado solamente, simplemente no se hubiese volado. A lo mejor el avión se hubiese caído otro día, al día siguiente, pero ese día no. Así que tengo que estar preparado nomás para cuando me toque defenderme”, dijo.
¿Qué dice la FACh?
De acuerdo al reportaje de RBB, desde la FACh informaron que “consecuente con su actuar para este tipo de materias, (a la institución) no le corresponde referirse a asuntos que son parte de los procesos investigativos que está llevando a cabo el Fiscal Regional de Magallanes y de la Antártica Chilena”.
De igual manera, hicieron presente “su permanente colaboración con la justicia y en relación con las consultas realizadas, todas estas materias han sido informadas oportunamente al fiscal del Ministerio Público a cargo de la investigación”.