“Terrible escena”: el espeluznante testimonio que quebró a madre de Narumi Kurosaki

Nicolás Zepeda y Narumi Kurosaki.
Nicolás Zepeda y Narumi Kurosaki.

Según testigos, durante el juicio la mujer fijó la mirada “frente a ella, en dirección al palco donde Nicolás Zepeda está inmóvil”.

Con declaraciones de testigos continúa este lunes el juicio contra el chileno Nicolás Zepeda, principal y único sospechoso de la desaparición y crimen de su expareja, Narumi Kurosaki.

Durante la jornada, distintos estudiantes que residían en el campus donde habría ocurrido el crimen, confirmaron haber oído “gritos de agonía” por parte de la joven japonesa. Además, dos alumnas reconocieron a Zepeda como el hombre que había estado “merodeando” la zona.

Según detalló L’est, los espeluznantes testimonios remecieron a Taeko Korasaki, madre de Narumi.

“Es demasiado para la madre de Narumi… Ante las múltiples historias que evocan estos gritos de agonía, Taeko Kurosaki rompe a llorar. La hermana de Narumi a su derecha y su abogada a su izquierda, se inclinan sobre ella en un intento de consolarla. La madre de la estudiante japonesa está acurrucada en el banquillo, con el rostro hundido en un pañuelo”, detalló el medio francés.

Además, se describe que la hermana de Narumi “agarró las manos temblorosas de su madre, tratando en vano de calmarla”.

“Taeko Kurosaki levanta la cara. Fija la mirada frente a ella, en dirección al palco donde Nicolás Zepeda está inmóvil, sentado, con la mascarilla sobre la boca, el rostro vuelto hacia el presidente del tribunal. Terrible escena”, añaden.

Testimonio sobre gritos

Adrien Laurent, uno de los estudiantes que declaró en la instancia, aseguró que se estaba quedando en el mismo pasillo que Narumi.

Sobre lo ocurrido en la madrugada del 5 diciembre de 2016, confirmó que “me despertaron los gritos. El tiempo de emerger, diría que duró dos minutos. Estos gritos terminaron en un traqueteo, un gruñido. Escuché en el pasillo, escuché puertas como si la gente controlara lo que estaba pasando. Me olvidé un poco de este asunto, pero diez días después, vi que la policía tomaba muestras y fui a declarar a la comisaría”.

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