Anders Breivik, un empresario ultraderechista de 32 años, de ideología nacionalista, asesinó a 77 personas en 2011.
Anders Breivik, un empresario ultraderechista de 32 años y de ideología nacionalista, acaba de arribar proveniente de Oslo, armado con una pistola Glock 34 de 9mm, un rifle Rutger con mira telescópica y municiones para una guerra.
El hombre, de tez blanca y escaso pelo rubio, está detrás de la explosión de una camioneta frente a la oficina del Primer Ministro. Durante 9 años planeó su ataque y trabajó para poder financiarlo. Ahora, 22 de julio de 2011, en la pequeña isla de Utoya, camina hacia los cerca de 600 jóvenes que están en dicho lugar.
Antes de comenzar el día ha publicado en internet su propio manifiesto de mil 500 páginas llamado "Declaración Europea de Independencia", donde explica por qué está a punto de convertirse en el peor monstruo de la historia reciente de su país.
Al llegar a la casona que está en la isla se parapeta a un costado de la construcción mientras los jóvenes corren despavoridos sin saber qué es lo que ocurre. Uno a uno van cayendo entre las carpas, mientras la mayoría huye hacia el bosque. La terrible cacería se extenderá por más de una hora hasta ser detenido.
En total sumó 77 vidas, mientras más de 100 quedaron con heridas que los cambiaron para siempre.
En la actualidad, el principal temor tiene que ver más con las palabras de Breivik, más que con por sus terribles hechos. Sin ir más lejos, hace unas semanas, un grupo de locos, esta vez en Nueva Zelanda, transmitieron en vivo su ataque armado a dos mezquitas locales, sumando más de 50 muertos y decenas de heridos a nombre del "Caballero Justiciero Breivik". Como película de terror.