Tétrico mito se esconde bajo altar de la Catedral

El imponente edificio de la Catedral Metropolitana, con su olor a flores e incienso y murales religiosos en el techo, es el epicentro de un lote de historias y mitos urbanos que rodean la capital de Chilito.

Uno de ellos, y el más presente en la memoria colectiva de la barra pop, es la existencia de catacumbas bajo la iglesia, cuya entrada estaría bajo el altar mayor del templo.

Se dice que estos túneles existían desde antes del Descubrimiento de América, que servían como cementerio indígena, pero no hay restos arqueológicos que avalen esta teoría.

La leyenda cuenta que se descubrieron en 1929, cuando se realizaban excavaciones para descubrir agua subterránea en la Plaza de Armas.

Sin embargo, aunque su acceso público estaba vedado, la curiosidad mató al felino. Se cuenta que en 1931, el ingeniero Manuel Aros se internó en el laberinto y nunca salió.

El mito asegura que un año después, tres estudiantes de ingeniería de la U. de Chile se metieron a la mala y después de tres días de búsqueda, sólo se halló a un sobreviviente.

Pese a esto, se rumorea que en 1937 se permitió la entrada de público al lugar, y el lugar fue frecuentado hasta el terremoto de 1971, cuando fue clausurado en forma permanente.

REALIDAD

En estos días, el lugar donde estaría la supuesta entrada de las catacumbas lo ocupa la Cripta Arzobispal, lugar donde duerme su último sueño el Cardenal Raúl Silva Henríquez, entre otros.

El Deán (párroco) de la Catedral, padre Juan Suárez en cháchara con La Cuarta, comentó que el mito de las catacumbas "es súper antiguo, de hace años que se habla de eso".

El sacerdote explicó que el año 2006, cuando empezó la construcción de la Cripta, se hallaron los restos de Diego Portales.

“Junto con la tumba de Portales, se encontraron vasijas y otras cosas pertenecientes a esa época, pero nada que hiciera pensar que se trata de catacumbas”, agregó.

Suárez cree que la leyenda nació con el descubrimiento de los acueductos que transportaban el agua del Mapocho a distintas partes de la ciudad, durante la Colonia.

“Si se les ve bien, los acueductos tienen forma de bóveda, por eso, la imaginación popular creyó que se trataría de catacumbas. Pero acá en la Catedral jamás ha existido nada de eso”, remachó.

DIBUJANTE SE INSPIRÓ EN MITO PARA CREAR CÓMIC

El dibujante chileno y mostro del comic Germán Adriazola se topó de pura cazuela con el mito de las catacumbas cuando realizaba una investigación para otro cómic.

“Cuando estaba trabajando en ‘Los apócrifos del Caballero Oscuro’, con la historia de Emile Dubois, empecé a investigar los mitos urbanos de Chile, y así fue como llegué a la historia de las misteriosas cavernas que están bajo la Catedral de Santiago, y que en realidad, cruzan toda la ciudad”, dijo.

Adriazola comentó que realizó una investigación en terreno, pero que cuando en la Catedral preguntó qué onda con los túneles, le habían negado todo lo que averiguó por internet.

Como quedó entero de cachudo con la respuesta, decidió basarse en lo que decía la leyenda para darle vida al cómic “Catacumbas”, que combina monstruos de fantasía, mito urbano e historia de Chile.

“Acá cuento la historia de tres amigos, inspirada un poco en los sucesos de 1932 ver nota principal) en la cual se perdieron tres estudiantes, de los cuales, sólo uno sobrevive. En mi creación, el desenlace varía un poco, además de agregarle varios elementos de ficción”, aseguró.

La publicación, de 12 páginas más tapa, será presentado en la ExpoComic 2012, que se realizará los días 27, 28 y 29 de julio en Montecarmelo (Bellavista 0594, Providencia).

El evento contará además con destacados invitados internacionales.

COMPARTIR NOTA