Tía María Isabel construye castillo de sueños a peques puentealtinos

María Isabel Silva estuvo por más de seis años metiendo monedas en el chanchito, todo para cumplir el sueño de abrir su propia escuelita para niños con deficiencia mental severa en Puente Alto.

La educadora diferencial de 27 años hizo su práctica profesional en la comuna y se dio cuenta de que había muy pocos colegios diferenciales para la gente de escasos recursos.

"Hay muchos niños que necesitan este apoyo y no existe ningún otro colegio de las mismas características. Altior es totalmente gratuito, tanto la matricula como la mensualidad", dijo entusiasmada la joven profesora.

María Isabel se las ingenió y consiguió el auspicio del Ministerio de Educación y ya en marzo las puertas del colegio Altior se abrirán para 100 pitufitos del lugar.

"La idea es que los niños con síndrome de down, autismo y parálisis cerebral puedan acceder a una educación de calidad y cercana al lugar en donde viven", dijo María Isabel toda orgullosa mientras mostraba las instalaciones que todavía están en construcción.

La escuela recibirá a peques de entre 0 y 12 pepitas y durante los tres primeros años se les aplicará un programa de estimulación temprana a través de un test traído desde Japón. Ella dice que es terrible de cachilupi y que la aprendió en la Universidad.

A partir de los cuatro años los peques recibirán cursos de bachiller pre básico y básico.

A CLASES

La escuelita contará además con todo tipo de profesionales: desde educadoras diferenciales y asistentes hasta  un psicólogo, un  fonoaudiólogo, y un terapeuta educacional.

"Se pretende integrar a los niños más grandes para que desarrollen la estimulación y la psicomotricidad. Además el psicólogo trabajará con los papás a través de charlas y talleres", contó María Isabel.

"Quise hacerlo porque era mi meta, el sueño de toda mi vida", verseó la profe que está más entusiasmada que jurado internacional cantando en la Quinta Vergara.

Hasta ahora son 45 los cocolisos inscritos de entre 2 y 15 pepitas que esperan ansiosos ir su primer día de clases el 4 de marzo.

María Jesús Rodríguez

COMPARTIR NOTA