Un incidente sobre competencia territorial enfrentó el domingo en "El Cementerio" de Reñaca a los Guardianes de la Bahía con personal de Carabineros. El hecho se suscitó cuando un poli le exigió al salvavidas Luis Tapia la credencial que acredita su condición de rescatista a todo evento y matador de tiburones. El uniformado intervino luego de que una bañista denunció a Tapia porque la amonestó cuando vio que le daba el bajo a un botellón de vodka en la playa.
"Yo trabajo bajo las órdenes de la autoridad marítima y no de la terrestre", respondió Tapia. La respuesta le cayó como tazón de ulpo al policía, quien se lo llevó preso al instante para que no se le olvidara más de que los únicos que mandan desde donde se asolean los choros hasta el mayor pico cordillerano son los paquelis. Ahora Reñaca se quedó con sólo tres salvavidas.