El consejo siempre es el mismo. A la hora de amar, quédate con quien te mire como Alexis Sánchez a las teleseries de TVN.
Y Felipe Flores lo experimentó, pero no con Cristiano Ronaldo ni con el valiente que se tatuó su foto y que ahora debe estar pidiendo cita al dermatólogo, sino con la infartante Ale Valdés.
Para entender hay que hacer F5. Cuando el delantero estaba en el Cacique inició una relación con la maniquí, a quien conoció en una biblioteca. No, mentira.
Fue en la disco Costa Varúa. El punto es que en el 2014 sufrieron una crisis brígida y el delantero hasta habló públicamente de sus planes de reconquista. Chequeteeeto.
¿Qué pasó luego? Como el hombre promete y promete hasta que lo... cumple. Se afirmó la relación y la Ale lo acompañó en su experiencia religiosa en México. Justo en el mismo mes en que Colocolito fichaba a Martín Rodríguez, que en esa época también tenía una diosa en la jaus, la Vale Schulz.
Nuevo amor
Sí, intuitivo lector, su pálpito es correcto. Un año después del cambalache, se conoció el otro "draft" en Cuatelandia: el "Tin", que en enero de este año debutó en Cruz Azul, ahora es pololi de Alejandra.
La ondita. Eso sí, el cabro ahora anda en Rusia con la Selección, mientras que el Pipe está tirado y ya sabe de la relación.
Y si aún existían dudas de la variedad en el menú, todo quedó más claro cuando Rodríguez publicó el 23 de mayo una foto en Instagram con el hashtag "alegría".
Ahí saltó la chiquilla de 23 años y le escribió "me dejaaaaaai loocaaaaa oieee jajsksbsjsjsja jijiji", frase que seguramente aprendió en el History Channel
Caro, no faltó el que le consultó por Flores, pero la chiquilla quedó más muda que Ossandón. Es más, ni siquiera se defendió cuando la cuenta "jaraponcecamiiiii" le tiró el diario de vida sobre la mesa.
Calcule que aparte de la dupla alba, aseguró que la Ale también se sirvió a otros peloteros. Ay, el amor.