La tranquilidad habitual de la tarde en la galería Casa Colorada, situada a media cuadra de la Plaza de Armas, se hizo trizas al retumbar el disparo de un arma de fuego.
A las 19 horas, cuando los locatarios aún estaban en sus labores, los curiosos se agolparon a la entrada de la relojería y joyería La Merced, donde yacía un hombre de 55 años en medio de un charco de sangre que manaba de su cabeza.
Las primeras versiones, en medio de la alarma y confusión, señalaban que un hombre de tez morena le descerrajó un tiro en la sien derecha al empleado Héctor Osorio Zúñiga, cuando este se hallaba sentado en su puesto de trabajo.
''Le dio un tiro por una discusión sobre un vuelto, por eso fue'', contó uno de los curiosos que señalaba ser testigo del hecho.
Similar versión tiró un locatario del sector, quien aseguró que ''la cosa fue por un tema de plata, un vuelto creo, hubo discusión, se ofuscaron y el cliente sacó un arma y le disparó''.
La víctima Osorio Zúñiga aún tenía señales de vida cuando se presentaron en el lugar efectivos de la 1a Comisaría de Carabineros. ''Cuando el personal se constituyó en el local, sólo se encontraba el trabajador lesionado, quien fue trasladado a la Posta Central'', dijo el mayor Danny Martínez, de la Prefectura Santiago Centro.
Más tarde, el fiscal Álvaro Núñez informó que el empleado había fallecido: “Se trata de un homicidio consumado, donde una persona que trabaja en una joyería de este caracol falleció producto de un disparo de la cabeza”.
Además, Núñez negó un posible suicidio. ''Estamos claros que fue un homicidio, por lo que descartamos cualquier hipótesis respecto a un suicidio y tenemos una persona identificada como sospechosa hasta el momento''.
La policía sigue buscando al autor del disparó al trabajador y se descartó un posible robo en el lugar, pues el local estaba con sus productos intactos.
