Néstor Manríquez vive en Valdivia, se cayó en moto el 2014 y su tobillo derecho quedó muy lastimado, tanto así que le pusieron pernos y recién el 22 de septiembre de este año se iba a someter a la última operación.
El profe de artes visuales de 30 años, que también trabaja como agricultor, ingresó a pabellón del Hospital Sótero del Río, de Santiago, para que el traumatólogo a cargo de la intervención le sacara un huesito del tobillo y lo diera de alta, pero ninguno de los ocho profesionales que participaron en el procedimiento se dio cuenta de que el derecho era el afectado.
"La anestesista me hizo un cuestionario de rutina y varias veces me preguntó cuál era el pie a operar y yo le dije que era el derecho", contó Néstor.
"Yo no sé cómo el hospital no hace valer mínimos protocolos de operación. Los exámenes fueron en el pie derecho, encuentro insólito que traten de justificar lo injustificable, acá se cometió un error y el hospital debe responder", reclamó por ser intervenido en el pie izquierdo.
Silla de ruedas
En medio de la operación el equipo médico se dio cuenta del error y procedió a intervenir el pie afectado apenas terminó con el primero, por eso la recuperación del valdiviano se hizo mucho más larga y en vez de usar muletas necesitó de una silla de ruedas.
Néstor quiere una explicación y que lo indemnicen por el daño moral y el dinero que ha dejado de ganar debido a su inactividad, por eso está negociando con el hospital la posibilidad de llegar a un acuerdo, mientras que desde el Sótero a través de un comunicado informaron que realizan un sumario y que el Consejo de Defensa del Estado mediará para reparar el daño causado al paciente.
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