El Barros Luco se vistió de gala ayer en la "Confitería Torres" durante la celebración de sus más de cien años. En la fiestoca se lució el sánguche sencillo pero cumplidor.
El apetitoso bocado, bautizado en honor a un ilustre parroquiano que llegó a ser presidente, don Ramón Barros Luco, lleva una mezcla untuosa de carne laminada y queso que se ha metido en el alma nacional, como explicó el chef y presidente de la corporación de las cocinas de Chile (Pebre), Juan Pablo Mellado.
"Cómo no nos vamos a sentir felices al ver a personas sacándose fotografías con este sánguche tan republicano, eso quiere decir que tenemos identidad, que somos parte de una comunidad, de una forma de comer y ver las cosas", filosofó copita en mano Mellado.
Por su litro el dueño de la "Confitería Torres", Claudio Soto, estaba vuelto loco sirviendo emparedados a los invitados al evento, justo un 9 de junio cuando Ramón Barros Luco estaba de cumple.
"De verdad estoy hecho pebre con el Día Nacional del Barros Luco, ya que saco y saco sánguches, pero en el fondo agradezco que locales como Juan y Medio, El Rápido de la calle Antofagasta, La Superior de Providencia, participaran del evento. Es un lujo atender a amigos de fuentes de soda que se han sumado a los festejos así como muchos otros locales que han decidido rendirle un homenaje", fileteó Soto.
Para la dueña de El Rápido, el Barros Luco merecía una celebración aparte: "Es el padre de todos los sándwiches, es el rey de todos, allá lo hacemos con pan de frica especial amasado por nuestra propia gente desde 1965, lo que le da un sabor especial y más crocante a la preparación que lleva hartas lonjitas de churrasco y queso mantecoso a raudales", explicó.
FRANKLIN
En tanto los compadritos del famoso local del barrio Franklin,"La Picá de Jaime", se llenaron de gusto al entregar a su fiel clientela por más de 15 años sus suculentos panes cargados con la mejor carne y queso nacional.
"Atendemos desde las 6 de la mañana hasta las 5 a 6 de la tarde, con churrascos y lomos traídos del sur, la idea de nuestro éxito es que jamás somos mezquinos para entregar un buen Barros Luco, ya que le ponemos todo el sabor y el amor de la gente de trabajo", aliñó con pura sal su dueña, Eugenia González.