Vocalista de Slayer fue invitado a la sede del Poder Legislativo para ser homenajeado por la Cámara de Diputados.
Se suponía que la Cámara de Diputados debía discutir ayer una Reforma Constitucional para garantizar Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes. Sin embargo, el debate se tuvo que posponer debido a que varios parlamentarios abandonaron la sala para asistir al homenaje a Tom Araya, bajista y vocalista de Slayer.
Al mediodía de ayer, el músico chileno llegó junto a su esposa, Sandra, y su hijo, Tom, a las dependencias del Congreso Nacional, donde fue recibido por la diputada Camila Flores, quien se chasconeó y vistió para la ocasión una polera de la icónica banda de thrash metal, referente en el mundo del rock y forjadora de los subgéneros más extremos del estilo musical.
El reconocimiento a Tomás Enrique Araya Díaz, nacido el 6 de junio de 1961, en Viña del Mar, no es mera casualidad: el sábado retornó a su tierra natal, como tantas veces, para cerrar con dos megaconciertos, en Santiago y la Ciudad Jardín, su gira de despedida en América Latina. Era el adiós.
Por ello, en el Parlamento lo quisieron distinguir y entregaron la medalla de la Cámara de Diputados, además de una escultura de Isla de Pascua. "Cumplimos con una deuda con Tom Araya", dijo la diputada. Y aunque muchos piensen diferente a ella, esta vez tiene razón.
El "chileno", como el mismo se presenta al mundo, nunca ha renegado de sus orígenes. Al contrario. Su familia fue un pilar fundamental en eso, ya que cuando se mudaron a South Gate, en California, su padre se encargó de mantener vivas sus raíces.
A modo de ejemplo: para el Mundial de Sudáfrica 2010, justo el día en que la "Roja" derrotó a Honduras, el bajista salió a escena en Bulgaria con una camiseta de la Selección a cantar las líricas de la banda, sobre los horrores de Auschwitz y asesinos en serie. En medio de la canción "Chemical Warfare" se despachó un "¡Viva Chile Mierda!" que salió del alma.
Otra pasión
Y como lo que se hereda no se hurta, en Tom Araya se enquistó un amor incondicional por Everton de Viña del Mar, algo que quedó en evidencia, para tristeza de los hinchas de Santiago Wanderers, cuando se presentó para la gira del "Big Four", junto a Metallica, Anthrax y Megadeth, en el estadio de los Yankees de Nueva York con la camiseta del club "ruletero".
Por ello, el presidente de ese club, Pedro Cedillo Martínez, aprovechó la oportunidad para nombrarlo "embajador Oro y Cielo".
"Me siento increíble, mi papá hablaba mucho sobre Everton entonces esto es un sueño, este es mi equipo, soy de Viña y esto ha sido increíble", dijo Araya.
Hoy su música en vivo llega a su fin. Se acaba. Pero su nombre quedó grabado a fuego en el corazón del metalero chileno. El "Tío Tom", como él mismo echa la talla, no se va.