A los 13 años Antonio Ríos conoció a Dios gracias a su mamá, quien lo invitó a participar de la iglesia Alianza Cristiana y Misionera.
La religión le cambió la vida al laboratorista que hace tres años se instaló los fines de semana a repartir volantes con "la palabra de El Señor" en la Plaza Italia, y al mes ya estaba predicando.
Con el tiempo se dio cuenta que mucha de la gente que pasaba por ahí eran turistas que iban al barrio Bellavista o al cerro San Cristóbal, así que hace un año comenzó a predicar en inglés con mucho "éeexito".
"De joven quería ir a probar suerte a EE.UU. y por eso aprendí inglés en un instituto, pero me quedé en Chile y ahora me sirvió", contó el hombre que les explica a los transeúntes que existen dos alternativas: el Cielo y el Infierno.
- ¿Qué le dice la gente?
- Algunos turistas se dan vuelta para mirar y se sorprenden gratamente y otros siguen caminando. Un matrimonio pasó y la señora me levantó el dedo...
- ¿Del medio?
- No, el pulgar en señal de aprobación.
- ¿Su inglés es británico o americano?
- Es un inglés más americano, sin acento, le decían “inglés comercial”.
- ¿Algunas personas se molestan porque consideran que sus parlantes meten mucho ruido?
- Cuando empezamos pensé que podía molestar a alguien que se resistiera a “la palabra”, pero los que se enojan son los menos, son casos puntuales, algunos jóvenes dicen que no están ni ahí y otros dicen que son ateos.
- ¿Qué idioma cree que habla Dios?
- Habla en todos los idiomas.
- ¿Es políglota?
- Él tiene su idioma, habla con el corazón.
- ¿Pasan muchas niñas lindas por Plaza Italia?
- Dios no distingue la belleza exterior, ve el corazón.
- ¿Y usted?
- Sí, pero estoy para anunciar “la palabra”, no para andar mirando.
- Usted se llama igual que “el maestro”, el cantante argentino Antonio Ríos. ¿Lo apodan como él?
- No, el único maestro es Jesús.