Lluvia, granizos, rayos y caídas de árboles y postes vuelven a mostrar la fragilidad de la capital ante breve temporal.
Solo una hora de lluvia y viento bastó, nuevamente, para demostrar la fragilidad de Santiago al momento de ser afectado por un frente de mal tiempo, y que ayer colapsó varias comunas de la región.
Las precipitaciones comenzaron cerca de las 6 de la tarde e inundaron varias arterías como Irarrázaval en Ñuñoa y avenida Vicuña Mackenna.
El agua también ingresó a estaciones del Metro como Ñuble y Los Leones, donde se formaron verdaderas piscinas y obligó a suspender el servicio de trenes.
En tanto en el sector precordillerano se registraron precipitaciones de granizos, lo que sumado a fuertes rachas de viento colapsó el servicio eléctrico de Las Condes, La Florida, Ñuñoa, Peñalolén, Providencia, Macul, La Pintana, Puente Alto y El Bosque. En total, más de 27 mil clientes de Enel y CGE resultaron afectados, restituyéndose el servicio con el pasar de las horas.
El Mall Florida Center vio como su patio de comidas se anegaba. "Debido a las fuertes lluvias, se produjo acumulación de agua en algunos puntos del techo del patio de comidas, por lo que personal del recinto, pidió a los clientes retirarse de la zona. Cuando ya habían abandonado el lugar, se produjo el desprendimiento de parte menor de la cenefa", señalaron a través de un comunicado.
En Providencia una palmera de 12 metros fue alcanzada por un rayo el que se incendió por completo, sin embargo no afectó a las viviendas aledañas y fue controlado finalmente por bomberos.
La Dirección de Meteorología indicó que se trató de algo normal. "Esto ocurrió en niveles bajos y medios de la troposfera y que genera bastante inestabilidad", agregando que el mal tiempo llegó a su fin durante la madrugada.
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