Tormenta mandó a la porra tarde de playa a porteños

Justo cuando la gran mayoría de los veraneantes disfrutaban del rico sol en Concón, Viña del Mar y Valparaíso, las malas jugadas climatológicas amargaron el pepino estival.

Toallas y sillines de playa en la mano de apurados transeúntes y quitasoles usados como improvisados paraguas se vieron en las salidas de las playas de la V Región, debido a un imprevisto aguacero que se dejó caer la tarde de ayer, causando el asombro hasta de los meteorólogos que analizaban la tormenta.

Tan heavy fue la lluvia que incluso se dejaron caer rayos y truenos por poco más de 20 minutos, los que tuvieron asombrados a quienes a eso de las 4 de la tarde no podían creer que un día soleado se convertía casi en un día de otoño.

Los paraderos de micros fueron el único refugio que encontraron miles de bañistas, muchos de ellos mojados por el agua del mar y las gotitas del cielo, que con short y chalas lograron esquivar el temporal.

"Todos se miraban desconcertados, con cara de sorpresa, y comenzaron a cobijarse con quitasoles. Muchos llamaban por celular algo asustados", contó Patricio Canales, quien mientras se daba una vuelta por Avenida Perú se vio empapado con la lluvia.

Unas horas más tarde la inesperada tormenta se dejó caer en Santiago, Rancagua y parte de la VII Región. Aunque no cayó tanta agua, la ventolera hizo sacar varios chalecos guardados en el fondo del clóset.

El capitán Luis Vidal, jefe del Centro Meteorológico de la Armada en Valparaíso, explicó que el fenómeno se debe a una rara mezcla de características climáticas.

"Las corrientes de aire frío suben y bajan a gran velocidad y provocan el mismo efecto que uno lograba en el colegio al frotar un lápiz sobre un chaleco de lana. Eso genera primero el rayo, porque la luz corre más rápido, y luego el trueno y la lluvia", detalló el capi.

Vidal señaló que no se descarta que la lluvia se transforme en nieve cuando llegue a la cordillera.

Según la Dirección Meteorológica de Chile, para hoy se espera nubosidad parcial en la costa central. En el valle precordillerano, desde la IV a la VII Región, habrían chubascos, temperaturas inestables y tormentas eléctricas. ¡Afírmense, cabritos!

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