Aumentan denuncias por cacería a la mala de esta especie en Villarrica. Desalmados arman recorridos para ir de caza en recinto privados. Cada animal tiene un valor de 20 millones.
Más allá del tema moral, la caza de animales como ciervos y jabalíes es una actividad permitida y está regulada en la Ley número 19.473. Es justamente eso lo que aprovechan delincuentes armados hasta los dientes para atacar a estos animales.
Los antisociales encontraron en la zona lacustre de Villarrica, en la Región de La Araucanía, una oportunidad de generar lucas de forma fácil e ilegal, formando engañadores tours, y que hasta promocionan por internet, para cazar y faenar ciervos rojos.
"Hemos detectado que existe todo un mercado que rodea esta matanza de animales en los campos de Villarrica para posteriormente vender la carne, cornamentas o cabezas completas de ciervos que se roban de ese lugar", contó el fiscal jefe de la Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos de La Araucanía, Cristián Voullieme.
Los desalmados le venden a incautos estos paseos de caza, en los que ingresan a estos predios de forma ilegal, apuntando a todo lo que se mueve, en un negocio que factura varios millones de pesos.
"Un ciervo completo puede llegar a tener un precio que supera los 20 millones de pesos. Todas estas personas que contratan estos tours de caza falsos arriesgan penas que alcanzan los 5 años de cárcel, al igual que las personas que compran estas piezas, y que podrían verse sancionadas", agregó el fiscal Voullieme.
Peligro armado
Hasta el momento el Ministerio Público ha recepcionado 21 denuncias de este tipo, las que han ido en aumento en los últimos años.
"La mayoría de estos delincuentes actúa de noche, pero también hemos encontrado de día. Es muy riesgoso enfrentarlos ya que andan bien armados, con rifles, pistolas o escopetas, además de cuchillos, y no sabemos cómo podrían actuar", contó el austriaco Alexander Pav a La Cuarta, víctima y socio del fundo Don Cristóbal.
Las especies introducidas de manera controlada son originarias de Europa y Asia y pueden llegar a pesar más de 200 kilos. Su carne es considerada un manjar y es cotizada en la alta cocina. En los años '40 fue traído a Argentina para cazarlo en fundos, pero algunos escaparon y entraron a Chile, por lo que se les ha visto desde la Región del Biobío hasta Magallanes.
Los ciervos rojos son muy territoriales, prueba de ello es el caso de un hombre que fue muerto a golpes por uno de estos animales el 2013 en Villarrica. Además, existen registros de que estaría desplazando al emblemático Huemul.
"Además del delito, existe un grave riesgo para la salud humana, ya que estos ilegales faenan a los ciervos y no se sabe la forma en que conservan la carne o si existe cadena de frío, y que finalmente le venden a los restaurantes", agregó Pav.
Hasta el momento cuatro cazadores furtivos que han sido captados por las cámaras de vigilancia. Estarían identificados y su detención sería inminente.
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