Trabajadores patalean por escáner sapo que desnuda su intimidad

El 12 de enero pasado la empresa de distribución de medicamentos Socofar (del grupo Cruz Verde) puso en sus instalaciones de Macul un escáner para evitar que los trabajadores se roben los productos.

Lo penca es que la máquina es más invasiva que la cresta, porque en busca de artículos hurtados deja a la vista la humanidad de las personas que deben pasar por ahí antes de irse a la casa.

El secretario del sindicato, Anthony Reyes, contó que además tienen que pasar por el escáner cuando van al baño y, según sus cálculos, los 500 trabajadores han expuesto su intimidad alrededor de 500 veces desde que partió el asunto. Además, temen  que la radiación dañe su salud.

De los trabajadores, 90 son mujeres, y para ellas el asunto es más terrible aún porque a los hombres se les verá la dimensión del maní, pero a las mujeres se les nota cuando usan toallas higiénicas.

"Pensé que era una medida de seguridad de nuestra empresa, pero cuando vi vulnerada mi intimidad de mujer me dio vergüenza, me choqueó. Esto me hace pensar si me voy a retirar, porque me afecta", manifestó la trabajadora Araceli León.

El asunto le indignó al sindicato, que se lo hizo saber a la empresa. Y en una audiencia preparatoria ésta determinó que las revisiones a las mujeres estén a cargo de una dama, pero el futuro del escáner lo verá la justicia en una audiencia que se realizará el 6 de agosto.

Los empleados además dicen que si se niegan a pasar por la máquina son anotados en una lista negra que les impedirá acceder a ascensos. Y aparte son multados en plata a fin de mes.

El jefe de la Dirección del Trabajo, Christian Melis, les prestó ropa a los afectados y señaló que "se trata de una medida que vulneraría el derecho a la intimidad de los trabajadores. Se trata de un control que apunta a evitar robos, como lo ha declarado la empresa, pero afecta en su esencia el derecho a la intimidad de los trabajadores".

La empresa denunciada explicó a través de un comunicado que "el problema que se plantea aquí no es sólo la pérdida de inventarios, sino que los riesgos sanitarios que significa que los medicamentos comienzan a ser vendidos en ferias libres, por internet y de otras formas irregulares, perdiéndose todo control sanitario sobre ellos". 

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