Los vecinos del barrio Tierras Blancas, en la ciudad de Coquimbo, estaban chatos con el trafica Claudio Pinilla. Éste llevaba cerca de seis meses operando en el sector.
Es por eso que la fiscalía porteña tomó cartas en el asunto, y luego de tres meses de investigación, se coordinó con los detectives del Plan Microtráfico Cero, de la Brigada de Investigación Criminal, para capturar al hombre de 36 años, apodado "El Púa".
Lo que no esperaban los sabuesos de la policía es que el hombre le haría honor a su puntudo alias, y le pondría caleta de afiladas trampas, para que los polis sufrieran durante el operativo para lacearlo.
Es que Pinilla armó feroz fortaleza antipolis en su domicilio de la ciudad pirata, y los detectives tuvieron que sortear las diferentes pruebas que les puso a los guardianes de la ley, como si se tratase de la peli "Mi Pobre Angelito".
"Tenía alambres de púas conectados a la red eléctrica domiciliaria; tablas con clavos de grandes proporciones y barras de fierro. También cámaras de vigilancia y celulares", soltó a La Cuarta, el subcomisario Juan Cáceres Calderón, Jefe del Grupo MT-Cero de la PDI.
Juego del Miedo
Después del tormentoso escenario, digno de la película el "Juego del Miedo", "El Púa" agredió y mandó a un policía al Servicio de Urgencia del Hospital San Pablo de Coquimbo.
Tras el operativo, al trafica se le decomisaron varios gramos de coca, 105 de macoña, otras de pasturri y platita en efectivo.
"Mi Pobre Angelito" finalmente no volverá a operar en las calles del puerto porque fue puesto a disposición del Juzgado de Garantía de Coquimbo para posteriormente ser remitido como pensionista a la Cárcel de Huachalalume.
"El Púa" contaba con un prontuario nutrido, que incluía delitos de secuestro e infracción a la ley 20 mil de drogas y a la de armas.