Hace 20 años, en marzo de 1998, la farmacéutica estadounidense Pfizer lanzó el Viagra, el primer medicamento eficaz destinado a ayudar a los hombres a conseguir erecciones de buena calidad en menos de una hora.
En nuestro país la primera persona en traer dicha revolución sexual fue el urólogo Robinson Pinochet, quien la importó de manera informal a Chile para venderles a sus pacientes, mucho antes de que fuera aprobada por el Instituto de Salud Pública.
El negocio del doctor iba viento en popa hasta que un hecho oscuro terminó con su vida en libertad. El 21 de marzo de 1999, Pinochet tuvo una fuerte discusión con su vecino y jefe de la junta de vigilancia, Manuel Amar, del edificio Marco Polo, de Las Condes.
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El médico iba a ser desalojado del lugar por mala conviviencia, ruidos molestos, peleas y deudas. Amar se lo informó y el doctor prometió venganza, se produjo un intercambio de palabras, la discusión subió de tono yPinochet fue a su departamento a buscar un revólver Star calibre 9 milímetros.
A su regreso volvió a enfrentar a su vecino, pero esta vez armado y le disparó en las piernas y en la cabeza, causándole la muerte de manera instantánea. En ese momento, al escuchar los disparos, la señora de la víctima, Adriana Grez Bobadilla, salió del departamento, Pinochet le disparó en el rostro y la mató. Luego haría lo mismo con Manuel, el hijo mayor de la pareja de 14 años que recibió un balazo en la espalda.
El sangriento hecho terminó con el doctor condenado a presidio perpetuo calificado, pero luego la pena fue modificada a perpetuo simple. Además, debió pagar 200 millones de pesos a la familia de sus víctimas.
La pastilla
Mientras esta sangrienta tragedia ocurría, el viagra, cuyo principio activo es el sildenafil, ya se vendía en farmacias, aunque a un precio no muy económico: una sola dosis podía costar más de 10 mil pesos de entonces.
Al comienzo el tema era tabú y sus clientes trataban de pasar lo más desapercibido posible. Pero con el tiempo perdieron la vergüenza: en Chile se vendieron más de 7 millones de estas píldoras el 2012.
Como suele pasar, muchos comerciantes empezaron a vender supuestas píldoras que realizaban la misma tarea, pero como no tenían aprobación, y eran de dudosa procedencia, las autoridades les dieron rápida caza.
Actualmente, el precio de esta pastilla, que tiene varias versiones más económicas en distintos laboratorios, parte desde los 400 pesos la píldora.