Actualmente, el principal desafío para psiquiatras y terapeutas es cambiar el negativo panorama con respecto a la falta de adherencia o cumplimiento del tratamiento de los pacientes que padecen esquizofrenia. Según la revista The International Journal of Psychquatry in Medicine, el 89% de los enfermos no cumple correctamente con su tratamiento prescrito.
"Esto es sumamente grave, porque debajo del cuadro clínico de la esquizofrenia, existe de base un proceso neurobiológico que, de no ser tratado, es neurotóxico; es decir, va produciendo un daño cerebral progresivo e irreparable", sostiene el doctor Eduardo Durán, profesor de Psiquiatría de la Facultad de Medicina Sur de la Universidad de Chile.
Las recaídas o empeoramiento de los síntomas agravan el pronóstico del paciente, ya que cada uno de estos episodios conlleva el deterioro de sus funciones intelectuales o cognitivas.
"Lo ideal es tener un fármaco que permita reemplazar las funciones alteradas y, afortunadamente, en el caso de la esquizofrenia, se ha logrado gracias a los fármacos de liberación prolongada, que se basan en unir el principio farmacológico activo con una molécula más refinada de muy lenta metabolización, que permite mantener en el tiempo el efecto clínico", explica el doctor Durán.
Cambio en el tratamiento
Las terapias "de segunda generación", en base a la molécula de palmitato de paliperidona, que se inyectan una vez al mes, ayudan reducir el riesgo de recaídas hasta en un 90%, según estudios aleatorios. En términos prácticos, si con los tratamientos orales de ingesta diaria, el paciente tiene 365 oportunidades de olvidar o perder una dosis, con esta nueva formulación, esta posibilidad se reduce sólo a doce al año.
El psiquiatra español Pedro Sánchez, de la Unidad de Psicosis Refractaria del Hospital de Álava, España, coincide en los beneficios. "Este tipo de tratamientos brindan al paciente la posibilidad de recuperar su autonomía y sus capacidades psicosociales, permitiéndole de esta manera alcanzar sus metas personales.
Esto impacta favorablemente no sólo en el paciente, sino también en su entorno familiar. Su formulación inyectable mensual, ha demostrado ser altamente efectiva para asegurar la adherencia al tratamiento, facilitando que el paciente no lo abandone y que el médico pueda hacer un mejor seguimiento".
Detección a tiempo
Respecto a los últimos avances en su manejo, el doctor Eduardo Durán sostiene que la detección temprana de los primeros síntomas de esta enfermedad es vital para recuperar las funciones del paciente.
"Hoy, el foco central del tratamiento es no llegar tarde, cuando el paciente ya está deteriorado, porque esto reduce fuertemente las probabilidades de éxito terapéutico. Sucede lo mismo que con el cáncer: la enfermedad tiene un buen pronóstico cuando se detecta y se detiene el proceso biológico en etapas tempranas. Por eso, es importante promover en Chile un programa nacional de detección temprana de la psicosis, y dentro de ésta, la esquizofrenia", sostiene el psiquiatra.